Cultura

La pandemia deja al sector editorial cultural al borde de la desaparición

La publicidad es la principal fuente de ingresos para ellos y hasta un 90% de las publicaciones han caído por culpa de la inesperada crisis

5 enero, 2021 05:00

La labor que realizan los medios especializados muchas veces es infravalorada por el gran público. Bien es cierto que el poder prescriptor e informativo de los medios culturales es muy valorado por un perfil de consumidor que conforma una base sobre la que se soportan muchos de los proyectos de difusión y comunicación.

La pandemia que tanto nos ha marcado está resultando especialmente agresiva para los medios especializados gratuitos. Hablamos con cuatro de ellos (AUX Magazine, Zarata, Noiz agenda y BI FM), dos de ellos tienen suspendida su edición en papel, sobre la situación actual y su futuro. Coinciden en apuntar que la pérdida más importante del 2020 es todo lo relacionado con la salud. “Lo peor de este 2020 es haber perdido la vida o la salud para nosotros y nuestros seres queridos” apunta Alberto García de AUX.

La publicidad es la principal fuente de ingresos para ellos. Hasta un 90% de los mismos han caído por culpa de la inesperada crisis. Sin embargo, la resistencia y el optimismo de cara al nuevo año destacan en el mensaje de estos editores. Joseba Vegas, responsable del digital BI FM, apunta que su objetivo es: “Mantener el medio con vida, apuntalando lo existente, e ir afianzando el paso. El principal objetivo es volver a los datos anteriores a marzo de 2020. Una vez lo consigamos, reflotada la nave, intentaremos ir más allá”.

Es importante apuntar que son autónomos quienes están al mando de muchos de estos medios. Iker Bárbara, al frente de Zarata, edición vasca de la revista musical Mondo Sonoro, que en 2022 cumplirá 25 años, es muy claro: “hemos subsistido gracias a la ayuda que se ofrece a los autónomos por perder los ingresos en más del 75%. Es un parche que está permitiendo a nivel personal y profesional que podamos seguir adelante. Si no fuera por ello, sería inviable”.

Autónomos y apasionados de la comunicación y la cultura. Sería verdaderamente difícil subsistir tanto tiempo (una década cuanto menos) al frente de proyectos empresariales tan implicados con la actividad cultural que tiene lugar en Euskadi. Guillermo Royo, capitán de NOIZ agenda, realiza una acertada radiografía de la amplia y variada escena cultural vasca: “Tenemos una cultura de la autogestión muy fuerte y una cultura institucional con suculentas partidas económicas. Mirar atrás y creer que todo lo anterior fue mejor es un error y un ejercicio de comodismo del que no queremos participar. Por eso mes a mes tratamos de poner en valor iniciativas underground y lujos mainstream que en otras regiones no pueden ni oler”.

El formato físico ha sufrido un golpe tremendo con la pandemia, algo similar a la presencialidad. Solo AUX Magazine ha conseguido “con un grandísimo esfuerzo” mantener el papel (con excepción del número de abril/mayo).

Tanto NOIZ como Zarata tienen el objetivo de recuperarlo, “el papel es parte de nuestro ADN y en cuanto sea viable, volveremos” afirma Barbará. Por su parte, Royo añade: “estamos planeando volver a imprimir, quizá en otro formato que se adapte a nuestras posibilidades económicas y a la normativa sanitaria que impide tener elementos compartibles en comercios y espacios públicos, que es nuestra red de distribución”.

El gran valor de los especializados se encuentra en el contenido propio, en el cuidadoso trato que recibe el diseño y una información sobre artistas, eventos y programaciones. Guillermo de NOIZ está convencido de que “es nuestra única razón de ser. Creo que el público bucea en los contenidos que le interesan”. Vegas (BI FM) coincide en dar valor a ese contenido, aunque “no tanto como se debería. Hay una saturación brutal, una sobreinformación que apabulla. Y no todo el mundo sabe acudir a las fuentes adecuadas. Hay demasiados prescriptores, pero no tantos "medios".

En este sentido, Royo marca una pauta a tener en cuenta a la hora de elaborar información de calidad. Considera necesario “tener el radar a ras de suelo e identificar nuevos talentos, propuestas innovadoras, apoyar a los programas de calidad y conocer bien el quién es quién de la cultura de base en Euskadi”.

Las audiencias se antojan demasiado decisivas para la supervivencia de los medios. Las comunidades que son capaces de crear sirven para medir parte de su valor. Es en este punto donde las redes sociales cobran importancia. Los cuatro responsables se muestran críticos con el social media y lo consideran un arma de doble filo. Guillermo Royo se atreve a apuntar más alto: “han conseguido que trabajemos gratis para ellas. Les damos todo nuestro contenido con el espejismo de mayor tráfico hacia nuestras webs. Un espejismo controlado por el algoritmo, que nunca falla”.

Por su parte, Joseba Vegas asegura que “pocas personas saben hacer un uso responsable y útil de las mismas. A nivel de empresa, te dan difusión, pero no tanta como la que se prometía. Como siempre, "tanto tienes, tanto vales". Era mentira aquello de que iban a servir para "democratizar".

Son cuatro ejemplos de supervivencia, compromiso y militancia. Medios especializados gratuitos que miran con incertidumbre al nuevo año, pero sin abandonar una fe propia de aquellos guerreros medievales que resistían hasta los ataques más sangrientos. “El día que recuperemos abrazos, cultura y vida, habrá una explosión económica no conocida antes”, apunta Alberto García.