Economía

Bildu pide la comparecencia de Tapia por el retraso en la ordenación de suelo para las renovables

El Gobierno vasco no tendrá el documento que ordena dónde ubicar los diferentes proyectos energéticos antes de 2o24

16 febrero, 2022 12:01

El Parlamento pedirá una comparecencia de la consejera de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, para que explique el retraso más allá de esta legislatura en la ordenación del territorio para determinar en qué espacios ubicar los nuevos proyectos de renovables que están surgiendo en los últimos meses. Tal y como adelantó 'Crónica Vasca' este documento, el PTS de las Renovables, no estará listo antes de 2o24, tal y como se fijaba en los plazos de la licitación que el Gobierno vasco realizó para contratar el refuerzo técnico para su elaboración. La adjudicación con esos plazos ha tenido lugar este martes y el parlamentario de EH Bildu, Mikel Otero, ha considerado que supone un "retraso inaceptable" y evidencia que el Ejecutivo "renuncia a ordenar el territorio en plena efervescencia de proyectos". 

Por ello ha registrado una iniciativa para solicitar explicaciones a la consejera Arantxa Tapia en sede parlamentaria. Y es que cuando EH Bildu respaldó la Ley de Sostenibilidad energética en el Parlamento vasco en febrero de 2o19 incluyó en el acuerdo el impulso de nuevo documento que fijara qué usos podían tener los diferentes suelos del País Vasco para acoger proyectos de energías renovables, como parques eólicos, huertos solares u otras inciativas. Un documento que sirviera para renovar la ordenación vigente que data desde 2oo3. Para el parlamentario de la coalición abertzale han pasado tres años desde entonces y todavía no se ha concretado la herramienta, lo que genera inacapacidad para ordenar el crecimiento de estos estas iniciativas. 

La consejera de Desarrollo Económico,Arantxa Tapia, aseguraba a finales del año pasado en una respuesta parlamentaria que el PTS no estaría aprobado en ningún caso antes de la primavera de 2023  y reconocía que los plazos podrían extenderse "más allá" teniendo en cuenta que "hay muchos factores que condicionan la tramitación de la misma". Aún así, ha defendido siempre que hay actualmente un documento previo en vigor que regula los usos del suelo y que la normativa sigue exigiendo la valoración ambiental de las administraciones pertinentes, con lo que se ha asegura el respeto al medio ambiente. 

Carrera eólica

Mientras tanto, la carrera por las renovables se ha disparado. Los planes del Gobierno vasco son elevar hasta 783 MW la potencia eólica instalada en Euskadi para 2030. Se trata de un objetivo ambicioso, dado que, después de una década, el País Vasco sigue con 153 MW sin haber incrementado las instalaciones de molinos terrestres -onshore-, entre otras cosas, por la dura contestación social y política que han encontrado los diferentes proyectos planteados. Pero la apuesta por la transformación energética es una prioridad para el departamento de Desarrollo Económico del Ejecutivo que quiere dar un impulso a esta fuente de energía incrementada por el impulso de Europa. El caso es que el Gobierno vasco e Iberdrola, que comparten sociedad en Aixeindar, y Capital Energy suman para los próximos dos años un total de 132 MW, un 86% más que la instalación actual, para alcanzar los 285 MW gracias a una inversión de 114 millones en cinco nuevos parques eólicos. 

Junto  estos proyectos, han aparecido otras alternativas, como los huertos solares que impulsan grandes compañías como Repsol o Solaria en Álava, o actuaciones de energía hidráulica como la que Atalaya ha planteado con dos centrales hidráulicas reversibles con un sistema de almacenaje de energía en batería de hasta 25 GWh. Se trata de dos infraestructuras con el nombre de Vitoria y Subijana, ambos en Álava. La primera consta de una capacidad de generación de 1.300 MW, además de una batería de almacenamiento de 14,6 GWh. Mientras que la segunda central, la de Subijana, planea 1.040 MW y un sistema de almacenaje de 11,2 GWh. En total, la capacidad de generación de ambas instalaciones supondría multiplicar por 15 los 153 MW que actualmente hay instalados en energía eólica en Euskadi. Un proyecto al que tanto Diputación, como Gobierno vasco ya han mostrado su rechazo.