Economía

La delincuencia lastra al comercio de Behobia mientras San Sebastián refuerza su oferta a franceses

Los comerciantes de Behobia piden más presencia policial en sus establecimientos... y menos en la muga con Francia

2 diciembre, 2021 05:00

En el mismo entorno en el que siete migrantes han fallecido a lo largo de este 2021, un grupo de comerciantes tratan de ganarse la vida con el comercio transfronterizo. Lo llevan haciendo desde hace años, pero nunca en una situación como la actual: con una crisis sanitaria que ha trascendido de ese ámbito al económico y que ha sido la excusa perfecta para limitar la libre circulación de personas al color de la piel. Es en este contexto en el que los comerciantes de Behobia tratan de hacer negocio.

Un contexto en el que la delincuencia viene aumentando en los últimos años y no siempre relacionada con la migración. El pico de la criminalidad en la zona se vivió el pasado 14 de octubre, cuando un grupo de ocho personas armadas se enfrentaron a varios comerciantes. La Ertzaintza tuvo que intervenir en unos incidentes que acabaron con un comerciante trasladado al hospital. Los dueños de los pequeños establecimientos llevan meses denunciando el aumento de este tipo de fenómenos y parece que ahora empiezan a ver sus reclamaciones correspondidas, con un refuerzo de la presencia policial en Irun tanto en efectivos de Policía Local como de la Ertzain-etxea de la segunda ciudad más grande de Gipuzkoa.

La presión migratoria está haciendo daño al comercio de la zona. "Con los gendarmes en la frontera durante todas las horas de todos los días del año hay clientes franceses que tienen miedo no tanto al pasar a España como al volver a Francia" afirma Rubén Fraile, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Behobia. El verano, menos influeciado por la pandemia, sí les permitió trabajar con algo más de normalidad. Sin embargo, con la llegada del otoño, la marcha de los turistas veraniegos de otras zonas de Francia que vienen a Iparralde de vacaciones ha vuelto a hacer que desciendan las ventas, pero no la delincuencia.

Ahora la llegada de las Navidades tampoco les hace mirar con esperanza al futuro. "Somos pesimistas. El avance del virus y la emergencia sanitaria flotando en el ambiente tampoco ayudan", reconoce Fraile. "La presencia policial ha hecho que en cierta medida hayan vuelto a haber fronteras comerciales. Más que mucha policía en la frontera, tendría que haber aquí, para frenar los robos". ¿Tiene arreglo la situación? "Es muy difícil de solucionar".

Un 10% de consumidores franceses y proyectos de ampliación

Mientras todo esto ocurre a escasos metros de la Isla de los Faisanes, 25 kilómetros Gipuzkoa adentro San Sebastián vive un idilio con el turista francés que personifica el centro comercial Garbera. Las visitas han aumentado desde el final del estado de alarma y a los francófonos no se les escucha solamente durante los fines de semana. "Estamos viendo también muchos franceses los miércoles, que es un día habitual de compras para ellos", explica Nuria Vegas, gerente de la superficie donostiarra.

Con un 10% de visitantes franceses, Garbera acaba de abrir su nueva zona de ocio y restauración: 40 tiendas que han generado 200 puestos de empleo y que son un mero avance del amplio proyecto de renovación en el que está inmerso el centro comercial: la ampliación de la superficie de parking subterráneo y la apertura de otra zona de tiendas que dará trabajo a otras 300 personas. Como joya de la corona, una renovación arquitectónica de inspiración mediterránea, con la luz como protagonista y con el objetivo de ofrecer el máximo confort a los clientes.

Vegas, en su conversación con Crónica Vasca, habla de esta nueva zona como una apuesta "única en el territorio": "hemos congregado en un mismo espacio marcas internacionales con empresas locales que han renovado su oferta: Zapiain y su sidra, bares de la Parte Vieja que han reinventado sus propuestas en este espacio"... Ese "equilibrio entre contenido y forma" es uno de los grandes atractivos del centro comercial para los franceses, que tienen en la gastronomía uno de los principales atractivos junto con la oferta textil, especialmente el tricot y el punto. La inauguración de la ampliación de Garbera tuvo como plato estrella una actuación de la cantante Ana Mena que congregó a cientos de jóvenes.

Fraile dice que la oferta de Behobia y San Sebastián son "diferentes y complementarias". Sin embargo, en el contexto actual, el declive que experimenta una zona contrasta con el ascenso —y las expectativas de futuro— que respira el comercio donostiarra.