Economía

Europa aspira a fabricar la quinta parte de los chips mundiales para frenar su dependencia

Ursula von der Leyen asegura que para 2030 el 20% de la producción mundial de microchips debería tener lugar en Europa

7 febrero, 2022 05:00

Europa busca soluciones para la dura crisis de suministros que sufren las empresas. La Comisión Europea quiere movilizar 12.000 millones de euros en inversiones adicionales públicas y privadas hasta 2030 para cuadruplicar hasta entonces la producción de chips en la UE, a través de una nueva Ley Europea de Chips que se va a presentar esta misma semana. La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, ha detallado que actualmente las empresas europeas en el sector de semiconductores están invirtiendo unos 6.000 millones de euros al año. Sin duda, una ley que vendrá a arrojar luz sobre los continuos problemas de abastecimiento que sufren multitud de sectores, especilamente el de la automoción.

"Para 2030 el 20% de la producción mundial de microchips debería tener lugar en Europa, esto es dos veces lo que hoy. En un mercado que duplicará su volumen en la próxima década, esto significa cuadruplicar la producción europea de chips", apuntaba von der Leyen, en una conferencia sobre digitalización recogida por Efe. Para lograrlo, esta nueva ley posibilitará más de 12.000 millones de euros en inversiones adicionales públicas y privadas para 2030, que se sumarñan a los más de 30.000 millones de inversiones públicas que ya están previstas ahora a través del fondo de recuperación Next Generation, del programa comunitario Horizonte Europa o de los presupuestos nacionales de los Veintisiete.

Esta propuesta buscará aumentar la capacidad europea de producción, forjar alianzas con otros países socios, como Estados Unidos o Japón, para crear cadenas de suministro fiables, potenciar la investigación y facilitar que se traduzca en fabricación de chips. Para ello, considera que Europa necesita "nuevas instalaciones de producción avanzadas" pero su intención no es solo construir megafábricas, sino apoyar también a empresas pequeñas e innovadoras para que puedan tener financiación.

Todo el sector de la automoción está acusando con fuerza los parones de la crisis de los semiconductores y cada vez son más las empresas que se resienten de la falta de piezas y del descenso de la producción de vehículos: Opel, Seat y Volkswagen. Un sector que es especialmente importante en Euskadi por la presencia de Mercedes, la mayor de fábrica de la comunidad que da empleo directo a unas 5.000 personas. Precisamente, la planta de Vitoria ya ha sufrido diversos parones, el última importante tuvo lugar a finales del pasado año, desde el 17 de diciembre al 3 de enero. El objetivo fue hacer acopio de piezas ante la falta de regularidad en el suministro de chips. 

Esto ha ido afectando inevitablemente a la producción que se ha ido mermando semanalmente. Las previsiones para el pasado año hablaban de un total de 148.600 furgonetas, sin embargo puede que la cifra se haya quedado en torno las 125.000, según las comunicaciones que ha habido entre entre la dirección y los proveedores. Para 2022 preveían una producción récord por la cantidad de pedidos que tenían a medias de 2021. Sin embargo, ahora se están trastocando porque auguran que la falta de suministros continuará durante al menos los primeros meses de este año, lo que comprometería esa cifra que hablaba de 158.000 furgonetas.

Otros consejeros delegados como el de CIE Automotive, Jesús María Herrera, ha reconodido que la escasez de semiconductores, encarecimiento de materias primas y energía "están estresando las cadenas de suministro como nunca antes". La propia Comisión Europa también ha advertido ya de que esta escasez seguirá dejándose notar durante todo el 2022.