Economía

La fiscalidad vasca penaliza la redistribución de la riqueza al primar los impuestos indirectos

El modelo fiscal vasco sigue consolidando la tributación indirecta, que pagan todos los contribuyentes por igual independientemente de su poder adquisitivo, frente a los impuestos directos que gravan en función del nivel de riqueza

27 febrero, 2022 05:00

El mantra de que en los impuestos ha de pagar quién más tiene se hace presente cada vez que se abre el debate fiscal. El caso es que la regulación de los impuestos lleva planteando esta fórmula desde sus inicios en los tributos que se han dado en llamar directos. Son aquellos como el IRPF para las personas o el de Sociedades para las empresas. Impuestos en los que el contribuyente paga con un tipo impositivo distinto y más alto, en función de sus ganancias y su tamaño. En la Renta es muy lineal y está más regulado, más simplificado para las empresas. Pero en cualquier caso estos impuestos directos si buscan gravar más el pago a Hacienda de quién tiene más, al contrario de lo que ocurre con otros como el IVA, que es abonado por igual por todos los ciudadanos independientemente de su nivel de renta. Así, la cesta de la compra, el coche, la ropa o un electrodoméstico van grabados con un 21% de IVA que es pagado por igual independientemente de la nómina que cada uno tenga. Estos son los conocidos como impuestos indirectos. 

Record en el pago de impuestos indirectos 

En Euskadi, este pasado 2021, la recaudación ha batido dos récord: por un lado, los 15.900 millones de euros globales y, de otra parte la mayor cuantía de impuestos indirectos. El IVA, el principal de estos, ha alcanzado la cifra de 6.256 millones, nada más y nada menos que un 21,2% más que en 2020, que estuvo marcado por el confinamiento de la pandemia y el parón en el consumo. Además, el IPC, con más de un 6% de subida interanual en 2021, también ayudó a generar este incremento. Y es que el conjunto de los impuestos indirectos, esos asociados a las compras y a su valor y no al poder adquisitivo del ciudadano, se han incrementado un 20,1% alcanzando los 8.136 millones de euros. Más que el conjunto de los tributos directos, como el IRPF o Sociedades, que han ascendido a 7.735 millones. Si bien es cierto, que en 2021 hubo un ajuste en el IVA que se liquida con el Estado que incrementó en 200 millones el saldo en la Hacienda de Bizkaia. 

La tendencia se viene marcando en los últimos años, pero en este 2021 se agrandado aún más y el 52% de toda la recaudación se apoya en los indirectos, frente al 48% de los directos. Según los expertos y los economistas el modelo evidencia el alejamiento de criterios equitativos y transparentes y el recurso habitual de los gobiernos a subir los impuestos indirectos o crear nuevas figuras como este año han sido la conocida tasa Tobin, que grava inversiones financieras, o la tasa Google, para operaciones de comercio electrónico. Es un movimiento que con una sencilla y rápida regulación genera automáticamente un aumento en los ingresos fiscales. 

En la serie de la recaudación tramitada en el Consejo Vasco de Finanzas desde 2013, los impuestos indirectos siempre han aportado más recursos a las arcas forales que los directos. El 2020 presentó una excepción, dado que la crisis del coronavirus y el confinamiento produjo una parada en seco del consumo que la recaudación por IVA acusó de forma importante. La posición del País Vasco en el ratio de la recaudación de impuestos directos por cada euro recaudado en los tributos que gravan el consumo lo deja en los países del grupo de cola, junto a Grecia o Portugal, y a más de dos décimas de la media europea.

Efecto favorable a Euskadi en el ajuste del IVA

Para analizar las causas de esta realidad es importante tener en cuenta que las competencias fiscales de las diputaciones se centran exclusivamente en los tributos directos, IRPF y Sociedades, ya que los impuestos indirectos se regulan desde el Congreso de los Diputados. Las Haciendas vascas, en este punto, se limitan a su recaudación. A esta situación se añade el ajuste que se hace, en el marco del Concierto, entre el conjunto del Estado y el País Vasco para establecer la cantidad de IVA que corresponde a Euskadi. Un mecanismo que favorece a las administraciones vascas, que reciben el 7,5% del IVA recaudado en el conjunto de España, dado que es ése el porcentaje acordado en función del cálculo del peso de la economía vasca en relación a todo el país. En cambio, el consumo privado del País Vasco alcanzó  en 2016 el 5,2% del conjunto de España.