La inflación se modera en agosto y da un leve respiro aunque sigue por encima del 10%

La inflación da un leve respiro en agosto. Esta tasa se ha moderado ligeramente durante el último mes al bajar cuatro décimas, hasta el 10,4%, debido principalmente al descenso de los carburantes. Así lo señala el indicador adelantado publicado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según estos datos, también han empujado hacia abajo los combustibles líquidos, con un descenso mayor que el registrado el año anterior. No obstante, por contra se han encarecido la electricidad, la alimentación, la restauración y los paquetes turísticos.

La parte positiva y esperanzadora es que esta es la primera bajada del IPC desde el pasado mes de abril, cuando la tasa bajaba al 8,3 % desde el 9,8 % de marzo, y del tercero desde febrero de 2021, cuando comenzaba la tendencia alcista de la inflación ha seguido escalando sin control. Los mayores picos han sido en marzo -por el inicio de la guerra en Ucrania- y junio -con la decisión de Rusia de de reducir el suministro de gas a Europa-.  En cuanto a la inflación subyacente -la que excluye los alimentos sin elaborar y los productos energéticos-, ha escalado este mes tres décimas, hasta el 6,4 %, una tasa que, de confirmarse, sería la más alta desde enero de 1993.

En el octavo mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 10,3%, cuatro décimas inferior a la registrada en el mes anterior. Por su parte, la variación mensual estimada del IPCA registra un incremento de una décima. El INE publicará los datos definitivos del IPC de agosto el próximo 13 de septiembre.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha valorado esta moderación y cree que seguirá "en la senda de descenso" en los próximos meses, aunque ha pedido prudencia porque su evolución depende de muchos factores. Respecto a la posibilidad de que sean necesarias nuevas medidas, la ministra ha afirmado que "tiene que haber más", especialmente en el ámbito europeo, como la compra conjunta de gas, el desacople de los precios del gas y la electricidad y el tope de los precios de los derechos de emisión de CO2.