Las constructoras se lanzan a la vivienda libre ante la poca rentabilidad de la VPO

Con la compraventa de viviendas en máximos de los últimos 15 años y la obra civil empezando a levantar la cabeza después de una crisis de precios y otra de suministros, la vivienda nueva se mantiene como el sector al que más le cuesta remontar. La inminente subida de tipos de interés ha conducido al mercado hacia un 'efecto anticipo' que augura que las ventas desciendan en todo el sector de forma moderada según el último informe del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Bizkaia. Luis Cuadra, director de Gamerin -la empresa encargada de hacer el estudio para el organismo vizcaíno- mencionó durante la presentación a los medios precisamente la previsión de que la posible subida de precios acompañada de la de los tipos de interés haga que baje la compraventa de vivienda nueva. El sector ha sido el que menos ha crecido en Euskadi según el informe de los registradores vizcaínos -apenas un 4,22% en términos interanuales durante el arranque de 2022-, pero especialmente llamativa ha sido la situación de la VPO nueva, cuyo peso en el mercado se mantiene en mínimos históricos desde 2007.

El sector, a diferencia de la obra civil, sigue sin levantar cabeza, "con cifras muy parecidas", añade  Iñaki Urresti, secretario general de Ascobi, la asociación de las constructoras de Bizkaia. "La vivienda nueva tiene ya de por sí un problema estructural de demanda al que se le suma que en los nuevos desarrollos urbanísticos el 75% del suelo residencial debe reservarse a vivienda protegida", asegura Urresti, que cree que ahora mismo no hay un incentivo para que las constructoras se adentren en un sector cuyos precios llevan sin actualizarse en Euskadi desde 2010. Un aspecto que depende del Gobierno vasco y que, según Urresti, hace que no sea interesante para las constructoras privadas construir este tipo de viviendas "mientras no se actualicen los precios".

Esa actualización de precios es uno de los aspectos en los que trabaja el Ejecutivo autonómico, que apunta a otoño como el momento en el que se podría dar con una actualización de precios según fuentes del Departamento de Vivienda que dirige Iñaki Arriola. Su consejería es una de las que más proyectos tiene en cartera para sacar adelante: Lakua trabaja, junto a una nueva orden de precios, en el decreto de habitabilidad con el que pretende unificar la construcción de vivienda en Euskadi con unos criterios mínimos como que las casas no estén orientadas al norte o no tengan menos de 35 metros cuadrados. La propuesta del Ejecutivo incluirá un mecanismo que permitirá actualizar los precios de forma automática y volverá a dividir los precios por municipios agrupados en anexos como en la actual orden de 2010.

Trabajadores de una empresa de la construcción. / EFE

Una subida de precios "estructural"

Otra de las principales preocupaciones de las promotoras es que los costes de construcción se mantienen al alza y esa tendencia de crecimiento "tiene visos de continuidad" según Luis Cuadra, que cree que podría mantenerse durante uno o dos años más, si bien ha reconocido que esto puede variar ante factores tan volátiles como la guerra en Ucrania o la evolución de la pandemia en otras latitudes como China. Sin embargo, Cuadra considera que parte de esta subida de precios en materias como el acero (que ha subido un 65% en el último año), el vidrio (+32%), el yeso (+27%) o la cal (+27%) tendrá un caracter "estructural y no coyuntural". Al hilo de estos precios, el informe de los registradores augura una mayor tensión el mercado por la repercusión de esos costes de materias primas en el caso de la obra nueva.