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El CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt / Europa Press

Empresas

2022, el año en el que la empresa vasca implosionó

El año que se preveía de recuperación deja una ralentización económica, muchos cambios de directivos y más pérdida de arraigo empresarial

José Manuel Navarro

Una economía menos pujante

2022 toca a su fin. Es cuestión de horas que termine un año que para Euskadi iba a ser el de la recuperación económica, pasó a ser un año de "economía de guerra" y ha terminado incluso con un cierto optimismo de cara a 2023. El año que hoy termina supone poner el broche a 365 días donde la pérdida de arraigo ha sido una constante de enero a diciembre: desde la fusión de MásMóvil y Orange hasta la venta de Ibermática a Ayesa para que el centro de decisiones de la tecnológica donostiarra esté... en Sevilla.

Y como muestra, un botón: el Cupo se ha renovado este año manteniéndolo en un 6,24%. Un nivel que mantiene las cifras del pasado -algo que se interpretó como un éxito en algunos círculos políticos-, pero que hace que Euskadi pague más de lo que aporta al PIB nacional... porque el peso de la economía vasca en el conjunto de España se ha diluido hasta caer por debajo del 6%.

Unai Rementeria, Olatz Garamendi, Pedro Azpiazu, Ramiro González y Markel Olano. / EFE
FOTO: Unai Rementeria, Olatz Garamendi, Pedro Azpiazu, Ramiro González y Markel Olano. / EFE

Un informe que levantó ampollas en Sabin Etxea

Esa pérdida de 'punch' y de competitividad fue lo que trató de poner Zedarriak encima de la mesa con su primer -y hasta la fecha, único- informe. Un documento respaldado por empresarios del prestigio de Iñaki López Gandásegui, Antón Pradera, Javier Ormazabal o Cristina Garmendia que levantó ampollas como en pocas ocasiones en el PNV.

El lehendakari Urkullu llegó a hablar de un uso "espurio" del informe por parte de los medios de comunicación. La campaña de presión fue tan intensa que llegó al punto de darse llamadas directas desde Sabin Etxea a figuras empresariales que acabaron con la salida de figuras del renombre de Juanjo Álvarez o Elena Zarraga e incluso hay quienes relacionan esas fuerzas de presión como parte de las responsables de la baja de Eduardo Zubiaurre como presidente de Confebask.

Se esperaba un segundo informe dedicado a las situación de los jóvenes antes de que terminase el año, pero el foro empresarial no ha presentado ese segundo texto, sobre el que se querían contrastar, aseguraba a comienzos de curso Zedarriak, la corelación entre las conclusiones del informe y la percepción de los jóvenes vascos. De ese segundo informe -si es que llega a salir- se espera un tono algo más complaciente con la responsabilidad pública en la pérdida de competitividad.

Representantes de Zedarriak, junto al lehendakari Urkullu / Irekia
FOTO: Representantes de Zedarriak, junto al lehendakari Urkullu / Irekia

La catástrofe de Gamesa

Esa pérdida de 'punch' y de competitividad tienen su mejor reflejo en Gamesa. La eólica de Zamudio, otrora ejemplo para el mismísimo Barack Obama, era la joya del empresariado vasco hace no muchos años. Ahora es una empresa que lleva ya cinco años sin ser de propiedad mayoritariamente vasca e inmersa en una espiral de pérdidas que se ha recrudecido en este año, que comenzó con la promesa de no despedir ni cerrar plantas y ha acabado con un ajuste de casi el 10% de la plantilla y la puesta a la venta de las plantas de multiplicadoras y generadores, que afecta a los centros productivos de Mungia y Asteasu.

Por el camino, una OPA que terminará de hacerse realidad cuando la junta extraordinaria de accionistas apruebe la exclusión de Bolsa de la empresa a finales de enero con los votos favorables de la matriz, de Siemens Energy, que ha tenido que recurrir a deuda y préstamos participativos para hacerse con el control total de la eólica de Zamudio. Christian Bruch ya es el nuevo presidente de una empresa a la que apenas le quedan directivos en el parque tecnológico vizcaíno y que tiene por delante el reto de volver a la rentabilidad. Algo en lo que la solución a los problemas de la plataforma 5.X se antoja clave

Sede de Siemens Gamesa en Zamudio / EP
FOTO: Sede de Siemens Gamesa en Zamudio / EP

Ibermática, la última desinversión de Kutxabank

Otra de las grandes operaciones del año ha sido la compra de Ibermática por parte de Ayesa. Un movimiento que ha hecho palpable dos cosas. Por un lado, la falta de capacidad de responder a los intereses de los grandes fondos de inversión que controlan a la tecnológica sevillana. Por otra parte, que la política de desinversiones de Kutxabank para deshacerse de activos que mantengan al banco vasco entre los más solventes a ojos del BCE sigue plenamente vigente. Habrá que ver si el cambio de presidencia con Anton Arriola supone un viraje en ese sentido o no.

Sede de Ibermática / Wikimedia Commons
FOTO: Sede de Ibermática / Wikimedia Commons

Fin a la era Villalabeitia

Esa es precisamente otra de las claves del año. Kutxabank tiene ya un nuevo presidente que cierra la etapa fundacional. Anton Arriola, de vuelta a la banca después de diez años "que fueron demasiados" -así lo aseguraba en su cuenta de Twitter- ya maneja las riendas del banco vasco en una presidencia a la que se supone que debe cerrar la etapa fundacional de la entidad y dar paso a una etapa de expansión y de desarrollo del negocio estrictamente financiero. Algo que, de salir bien, también debería alejar la necesidad de sumar nuevas desinversiones a las ya realizadas... y a las pendientes, como la venta de la participación del banco en la Torre Iberdrola de Bilbao, aún abierta casi dos años después.

Por el momento, Arriola ya tiene un nuevo director de estrategia: José Antonio de Tomás. Un exdirectivo de Unión Fenosa, con un amplio recorrido en el Banco Santander y con conocimiento de Euskadi gracias a su asesoramiento en procesos de descarbonización con renovables para Petronor.

Antón Arriola, presidente de Kutxabank / Kutxabank
FOTO: Antón Arriola, presidente de Kutxabank / Kutxabank

El cooperativismo, herido con la marcha de Ulma y Orona

Otra de las grandes historias de este año ha sido la salida de Ulma y Orona del Grupo Mondragón. Una decisión de sus socios que ha venido a repetir el cisma que ya provocaron en su momento Ampo e Irizar. La cooperativa de Oñati ha vuelto a salir y el fabricante de ascensores de Hernani ha decidido emprender una nueva aventura con un Mutuberria en la sombra que venía a hacer las veces de Saratxaga.

La marcha deja a Mondragón falta de motores industriales que tiren de la locomotora de una de las cooperativas más grandes del mundo y uno de los emblemas del empresariado vasco. El hueco de ellas se les antoja muy grande a firmas como Copreci, Orbea, Danobat o Matrici, inmersa en concurso de acreedores.

Agustín Markaide y Rosa Carabel estrechan la mano en la Asamblea General de Eroski / Eroski
Agustín Markaide y Rosa Carabel estrechan la mano en la Asamblea General de Eroski / Eroski

En el universo Mondragón también juega un papel clave Eroski, que también ha afrontado este año un cambio de liderazgo. Rosa Carabel ha comenzado su mandato en la cooperativa de Elorrio imponiendo todavía más disciplina financiera, con la venta de Viajes Eroski y el estudio de operaciones similares para Forum y las gasolineras en el punto de mira.

Socios de Orona de camino a la asamblea extraordinaria./EFE
FOTO: Socios de Orona de camino a la asamblea extraordinaria./EFE

Mercedes abre un nuevo tiempo de electrificación con Krottmayer

Mercedes Vitoria ha sido otra de las protagonistas del 2022. La plataforma VAN.EA ya está adjudicada, los fondos europeos ya están aquí -aunque en una cuantía inferior a la prevista- y toca cambiar de dirección. El lunes será el primer día sin Emilio Titos al frente de la empresa, de la que se hará cargo Bernd Krottmayer.

Un hombre fuerte de Alemania que llega con un convenio firmado -en la que es probablemente una de las negociaciones más arduas de la historia laboral reciente del País Vasco-, pero también con un comité que indudablemente augura más conflicto en la factoría más grande de Euskadi, con el calendario laboral como la primera piedra. Ahora falta que se concrete en detalle la inversión milmillonaria prometida por la empresa. Vitoria tiene ahora, eso sí, el problema de que su futuro eléctrico no tendrá una tecnología única o un modelo propio, lo que la empuja a competir con otras planta del gigante alemán por conseguir carga productiva. Y los costes laborales no apuntan ahí a ser uno de los atractivos para Mercedes.

Bernd Krottmayer, nuevo director general de Mercedes-Benz Vitoria a partir del 1 de abril de 2023. / EP
FOTO: Bernd Krottmayer, nuevo director general de Mercedes-Benz Vitoria a partir del 1 de abril de 2023. / EP

Más intereses energéticos

No todo han sido mala noticias este año. A la carrera por las eólicas vascas se ha sumado un nuevo competidor que pisa fuerte: Statkraft, que quiere hacer los parques eólicos más potentes de Euskadi y que cuenta, esta vez sí, con el respaldo de EH Bildu.
Mientras, la carrera de Saitec por la eólica flotante va cogiendo velocidad, Capital Energy ha traído oficinas a Bilbao e Iberdrola ha conseguido salvar los escollos medioambientales para sus proyectos de Labraza y Azaceta. Fisterra Energy, por su parte, cierra el 2022 con el doble de potencia que el inicialmente previsto.

Un operario en lo alto de un aerogenerador de un parque eólico de Statkraft / Statkraft
FOTO: Un operario en lo alto de un aerogenerador de un parque eólico de Statkraft / Statkraft

Basquevolt ya es una realidad

En el sector de la automoción, más allá del evidente cambio de escala de Nuuk, Basquevolt ya es una realidad con accionistas, con fondos europeos y con plazos de ejecución. Francisco Carrera es su CEO y el objetivo de tener un fabricante de baterías con tecnología propia y con un consumo de energía superior al de toda la ciudad de Vitoria está cada vez más cerca.
 

Francisco Carranza, nuevo CEO de Basquevolt en una foto tomada el día de la presentación del proyecto / Gobierno vasco
FOTO: Francisco Carranza, nuevo CEO de Basquevolt en una foto tomada el día de la presentación del proyecto / Gobierno vasco

Finkatuz, ya en 300 millones

Otro de los grandes hitos, a pesar de lo lejos que se está de competir con los grandes fondos -y ahí está Bain Capital e ITP Aero como prueba- es que cada vez los fondos de inversión son una realidad cada vez más fuerte en Euskadi. El más importante es el público, Finkatuz, que alcanzará en este año que comienza los 300 millones de inyección pública que pretendía Lakua.

Pero, junto a esto, el propio capital riesgo vasco está cada vez más fuerte. PAI Partners ya cuenta con socios vascos en BM, QEV Technologies va a reindustrializar la planta de Nissan en Barcelona con respaldo de GAEA Inversión y, en general, los fondos agrupados bajo el paraguas de la fundación Artizarra están cogiendo cada vez más fuerza.

Josep Maria Echarri, fundador y 'managing partner' de Inveready / CV
FOTO: Josep Maria Echarri, fundador y 'managing partner' de Inveready / CV