La ACB de Sestao abre una fase "ilusionante" tras el sí de Europa al hidrógeno de Arcelor Mittal

Sí definitivo de Bruselas al paquete de ayudas millonarias que reclamaba Arcelor Mittal para arrancar su proyecto de descarbonización que tendrá como colofón la conversión de la ACB de Sestao en la primera acería del mundo sin emisiones. La siderúrgica movilizará hasta 1.000 millones de euros de los que casi la mitad se cubren con ayudas europeas y de los que una pequeña parte aun por definir irán a esta planta vizcaína. El dinero se destinará a poder tener a pleno rendimiento la fábrica en 2025, cuando comenzará a llegar la materia prima producida con hidrógeno en el nuevo complejo de Gijón.

"Es una noticia ilusionante", señala a este medio el presidente del comité de Arcelor Mittal Sestao, Joserra Manso, a pesar de que 2025 "todavía queda un poco lejos". "Es una buena noticia a futuro", señala el sindicalista de UGT en relación al visto bueno definitivo concedido por la Comisión Europea a la ayuda de 460 millones de euros para la multinacional. Europa señala en su informe que la subvención, concedida específicamente para la transformación del núcleo duro de la compañía en Asturias y la construcción de esa planta de reducción de hierro con hidrógeno verde, permite avanzar hacia la descarbonización del sector y tiene además un efecto incentivador de otra serie de inversiones como es el caso de esa preparación de la ACB. Competencia por su parte ya había dado luz verde al proyecto hace unas semanas.

De esta forma Arcelor Mittal, pese a los retrasos y a que se había generado cierta incertidumbre, forzando incluso a ejercer presiones al Ejecutivo de Pedro Sánchez, logra el aval definitivo a su plan para reducir emisiones y, con ello, se aclara el futuro del empleo en sus instalaciones en España. El hecho es que el proyecto está bastante definido ya, tal y como se recoge en la última memoria del grupo, si bien la compañía había advertido de que todo quedaría en el cajón sin ese apoyo económico de Europa.

Asturias Gijon

A contrarreloj

Y había cierta prisa dada la magnitud de la operación y los largos plazos que requiere la transformación que prepara la compañía en España. Para poder tener el plan listo en 2025 era esencial que el dinero llegara cuanto antes. El grueso de las actuaciones se centrarán en Gijón, donde Arcelor tiene dos altos hornos y pretende instalar, además de la mencionada planta de reducción de hierro con hidrógeno (DRI, por sus siglas en inglés, un horno de arco eléctrico como tiene Sestao. Será al núcleo duro de la siderúrgica en Asturias al que irá a parar la mayor parte de la inversión prevista.

La factoría de la margen izquierda lleva años encadenando periodos de trabajo con otros de parada, una situación que sigue sin cambiar a pesar de ese objetivo de producir 1,6 millones de toneladas de bobina en 2025, el máximo posible. Será ese año cuando empiece a llegar materia prima producida con hidrógeno desde Gijón que, combinada con chatarra reciclada, pemitiriá a la ACB ser la primera acería sin emisiones contaminantes en todo el ciclo productivo. Se han realizado ya inversiones por unos 20 millones para tener lista la segunda línea productiva de la fábrica y están previstas más actuaciones por un valor total aun por decidir.

Desde que se anunció el proyecto en 2021 la plantilla mira con escepticismo toda esta operación, pero poco a poco las incógnitas se van despejando a medida que se acerca 2025. Hasta entonces se reclama una continuidad en la producción que sigue sin llegar y para la que, reivindica Manso, la instalación tiene condiciones de sobra.

Imagen de la planta de la ACB de Sestao del grupo Arcelor Mittal, que sigue pendiente de renovar el convenio/ CV

Nuevos pedidos

En un escenario de precios energéticos más contenidos, la ACB está parada desde el pasado verano por la escasez de demanda. Esta pasada semana la plantilla regresó al trabajo en un ciclo corto para dar salida a un pedido de bobina XCarb y hay opciones de contar con un nuevo encargo que permitiría mantener la actividad en lo que queda de mes. Será esta una decisión que el gigante angloindio tomará en las próximas fechas dentro de esa política de analizar constantemente la evolución del mercado y las posibilidades de cada planta para minimizar costes. En definitiva, el corto plazo sigue en el aire para la factoría que recogió el testigo de los Altos Hornos de Vizcaya a pesar de que los nubarrones se despejan en el horizonte.

Asegurar carga de trabajo para la planta los próximos años supondrá un incremento de la plantilla, ahora de unas 250 personas, y tendrá un impacto positivo también en el entorno (las bobinas de la ACB son una mercancía relevante en los movimientos del Puerto de Bilbao). Arcelor Mittal ocupa, junto a lo que era La Naval y que está en fase de remodelación, unos terrenos clave en la zona de Sestao más próxima a la ría.