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Adeslas termina la auditoría del IMQ y la venta se formalizará en el primer trimestre de 2022

Queda el desarrollo del pacto de socios y los acuerdos con los médicos para regular el 'modelo IMQ' así como la autorización de Competencia

17 diciembre, 2021 14:00

Adeslas ha dado el visto bueno al estado del IMQ. Según han confirmado fuentes del Igualatorio a 'Crónica Vasca', la compradora de IMQ ha terminado la auditoría sobre la situación de la entidad sin que que haya salvedades destacables. Un paso con el que confirma la validez de su valoración económica por la que ofreció 255.000 euros por cada paquete accionarial. Este paso, tal y como ha adelantado hoy este medio confirma que la Junta de Accionistas definitiva deberá celebrarse en 2022, en el primer trimestre y formalizar así el aterrizaje de Adeslas en el control del IMQ y cambiar los Estatutos de la entidad.

El otro condicionante es el trámite de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que todavía no ha emitido un dictamen sobre el impacto que pueda tener en el libre mercado que Adeslas se ha con el IMQ, la mayor entidad de salud privada de Euskadi. Aunque es de esperar que no ponga especiales inconvenientes porque Adeslas cuenta ya con un 45% en la aseguradora y una posición de control en la gestión. 

Tiempo para otros acuerdos

Aunque los planes eran los de avanzar lo más rápido posible para liquidar cuanto antes una operación, esta latencia no viene mal para concretar los acuerdos que han de cerrase antes de liquidar la operación y que harían referencia a los médicos que se quedan en la entidad, a la plantilla, condiciones laborales y formas de organización sobre lo que se ha llamado 'el modelo IMQ'

Actualmente la aseguradora de Caixabank y Mutua Madrileña cuenta con un 45% de las acciones de la aseguradora del Igualatorio. Una cantidad que incrementará hasta el 50% para, desde ahí, ir comprando las participaciones a los médicos que deseen salir de la entidad. La propuesta de Adeslas fue respaldada por 58% de los socios de IMQ y se presentaba como una forma de desatascar un conflicto de más de dos años entre médicos que querían vender su participación a precio de mercado frente a otros accionistas que querían condicionar la venta libre para no perder el control.