Empresas

Asle y las cooperativas piden cambiar la reforma laboral para poder captar socios jóvenes

La limitación a seis meses del contrato temporal desactiva la capitalización del paro como vía de acceso a la propiedad de estas empresas

29 octubre, 2022 05:00

Eficaz de momento en su objetivo de impulsar la contratación indefinida, así lo dicen las estadísticas, los cambios legales que ha traído la última reforma laboral esconden dificultades para ciertas empresas por la fuerte restricción de la temporalidad. También en la economía social, de fuerte arraigo en Euskadi y que pese a sus peculiaridades está sujeta a la ley general. Cooperativas y sociedades laborales llevan tiempo preocupadas por las dificultades para captar talento que les impone la limitación a seis meses del contrato temporal porque inutiliza una de las herramientas clave que tienen para dar entrada a socios jóvenes como es la capitalización del paro.

Este es el mecanismo habitual, aunque no el único, que permite a una persona trabajadora que lleva poco tiempo en una cooperativa o sociedad laboral contar con el músculo económico suficiente como para entrar en la propiedad. La cuestión es que para poder realizar este trámite se tienen que dar una serie de requisitos y, más en este caso concreto dadas las magnitudes económicas que implica entrar en el capital de una empresa, debe haberse generado una cantidad suficiente de prestación.

El periodo de seis meses de cotización de un contrato temporal es claramente insuficiente, explican a Crónica Vasca desde las agrupaciones de cooperativas y sociedades laborales de Euskadi, Konfekoop y Asle, que enmarcan este obstáculo que impone la reforma laboral en el contexto tan difícil para la captación de talento en que están inmersos los departamentos de recursos humanos de la mayoría de empresas.

Tal y como está la norma en estos momentos (hay negociaciones en varios sectores abiertas para poder estirar el plazo de seis meses a un año) cuando un contrato temporal termina la alternativa para retenerle es hacerle indefinido. El problema es que con esta configuración para cuando se ha generado suficiente desempleo ya no se puede capitalizar, y eso es precisamente lo que demandan Asle y Konfekoop, poder obtener ese dinero para este caso concreto de favorecer la participación en el capital de la empresa aunque se tenga un contrato fijo.

Sede del grupo Mondragon. /CV

Sede del grupo Mondragon. /CV

La figura del socio de duración determinada

Las sociedades laborales están más perjudicadas que las cooperativas, ya que estas cuentan con una fórmula contractual intermedia, fruto de su propia regulación legal, antes de entrar plenamente en el capital como es la de socio de duración determinada. Se trata de una fórmula poco utilizada, explica Rosa Lavín, presidenta de Konfekoop, pero que puede servir para paliar este agujero que genera la reforma al demandar una cantidad económica inicial más baja. Las cooperativas enfrentan además su problemas particulares a raíz de los cambios normativos a la hora por ejemplo de pactar un plan de igualdad al no contar con representantes sindicales. El principal grupo cooperativo vasco, Mondragon, se encamina a unos meses delicados a raíz de las decisiones de los consejos de firmas de referencia como Orona o Ulma de someter a votación de los socios la posible salida de la Corporación.

Cooperativas y sociedades laborales tratan de impulsar de la mano en Madrid un cambio que permita contar con el dinero del paro de golpe aunque se tenga un contrato indefinido para poder trazar una hoja de ruta vital completa a los jóvenes que entran en las empresas y quieren quedarse como socios. En el caso de Asle, que acabe de realizar esta semana su congreso de reflexión de sus pilares estratégicos, que suele celebrar cada diez años, recuperar esta herramienta es clave para favorecer la penetración del modelo de sociedad laboral entre los jóvenes, poco conocido en general y con menor proyección mediática que las cooperativas.

La gerente de esta asociación, Jone Nolte, señalaba hace unos días en Crónica Vasca la importancia de dar a conocer el modelo en el que los trabajadores poseen la parte mayoritaria del capital tanto como fórmula para el emprendiimento como mecanismo de sucesión generacional que permita mantener vivos proyectos en los que los dueños se van a jubilar.