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ITP Aero desembarcará en el mercado norteamericano de la mano de Bain Capital

El fondo de inversiones norteamericano ha pactado con Rolls Royce condiciones en la compra de ITP que le permiten operar en el mercado estadounidense de los aviones de un solo pasillo

7 octubre, 2021 05:00

La operación de compra de Bain Capital sobre ITP Aero abre un escenario de expansión comercial en Estados Unidos para la aeronáutica vasca. Los nuevos propietarios de la compañía apuestan por una revalorización de la empresa gracias a este horizonte que se abre para tratar con nuevos compradores gracias a los acuerdos alcanzados entre el fondo norteamericano y el fabricante británico de motores, Rolls Royce, hasta el mes pasado dueño de ITP Aero. Y es que se recoge la posibilidad de que muchos de los componentes de motores que ITP elabora para Rolls Royce se puedan vender a otros mercados y fabricantes, siempre y cuando no supongan una competencia directa de la firma británica. Se trata por lo tanto de una oportunidad trascendente para poder administrar equipamiemtos para los motores de aviones de un solo pasillo en Estados Unidos, un mercado que se abre para ITP y que es uno de los primeros que va a recoger los síntomas de la recuperación en el sector, según apuntan los analistas.

Rolls Royce, aunque haya vendido ITP Aero para poder hacer hacer frente a una comprometida situación finaciera, continuará como cliente de la aeronáutica vasca al menos por 30 años más. Ese punto ha supuesto en las negociaciones un arma de doble filo y es que, aunque es una garantía para asegurar la cartera de pedidos, conllevaba una serie de limitaciones que para algunos fondos de inversión que se interesaron en la operación hacían complicada la compra por limitar las posibilidades comerciales.  Estos condicionantes fueron también los que rompieron en el último momento las negociaciones entre Indra y Rolls en el verano de 2019, cuando la operación estaba lista para la firma. Ahora, solamente el hecho de que el propietario de ITP Aero no sea un fabricante de motores, como lo es la firma británica, abre muchas posibilidades para trabajar con nuevos clientes y en un contexto en el que el límite pactado entre Bain y Rolls es no vender a competencia directa de la firma inglesa. De momento, los contactos para el aterrizaje de Bain en ITP se están desarrollando en un clima amable de entendimiento. 

Bain Capital es uno de los fondos más relevantes en Estados Unidos, con sede en Boston y con una cartera de inversiones de más de 130.000 millones de euros. La compañía cuenta además con un importante papel en contratistas de Defensa con el gobierno federal. Una posición de privilegio para abrir el mercado norteamericano a ITP Aero, en el que no tiene presencia. Esta primavera, la consultora Olyver Wyman, señalaba que los vuelos domésticos en Estados Unidos, por su rápida recuperación, iban a suponer la punta de lanza de la reactivación del sector, junto a China y vuelos transeuropeos, para aeronaves de un solo pasillo y menos de 200 plazas. Para los aviones de fuselaje estrecho (el grupo A320 y B737) la recuperación de pedidos se fijaba por los analistas para 2024. Un escenario en el que prevé una doble velocidad, más rápida para aviones de corto radio y pasillo único y más lenta para los transoceánicos de doble pasillo. 

Para la nueva propietaria de ITP Aero, esta circunstancia es una oportunidad de crecimiento muy considerable que lleva a Bain Capital, según informan fuentes que han participado en el proceso, va a mantener una vocación de presencia estable y por un periodo largo en el accionariado de la compañía que ha adquirido por 1.700 millones de euros junto a la guipuzcoana SAPA, especialista en tecnología de defensa, y el grupo inversor JB Capital. Ahora se abre un periodo para dar cabida a más accionistas hasta completar un 30% de la nueva ITP, que es el porcentaje que Bain está dispuesto a compartir. Una operación en la que el objetivo del Gobierno vasco es entrar, si se garantiza el 'arraigo' y el proyecto industrial, así como buscar también a otras compañías de Euskadi que refuercen ese papel, como es el caso de Sidenor. Aunque todos los agentes implicados siguen señalando la determinante entrada de Indra para cerrar la operación. La compañía de tecnología, participada por el Estado, cuenta ahora con problemas de gestión, tras la salida de Fernando Abril Martorell.