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El comité de Ibermática se concentra con una huelga en el cajón a la espera de Ayesa

Los comités se han concentrado esta semana en las últimas protestas antes de Navidad y ya trabajan en la convocatoria de una semana de paros

17 diciembre, 2022 14:12

Tras haber dado por amortizada a la plataforma negociadora de la actual propiedad, Ibermática se prepara ya para apretar a Ayesa en la negociación del convenio en cuanto aterricen los nuevos dueños de la empresa. ProA Capital, Kutxabank, la ONCE y el resto de propietarios emprenderán el vuelo antes de que termine el año -todo apunta a que sea el 29 de diciembre cuando se rubrique la venta- sin los deberes laborales cumplidos y será Ayesa quien tenga que hacer frente al pacto de un nuevo convenio.

Sobre la mesa, los nuevos propietarios de Ibermática se encontrarán con una semana de huelga que ya está planificando el comité intercentros. Una convocatoria que aún no tiene fecha -los sindicatos se debaten entre la semana del 16 al 20 de enero o la del 23 al 27-, pero que tendrá lugar si antes no se cierra un nuevo convenio laboral. El comité intercentros busca una reunión que permita pactar esa convocatoria y ese encuentro entre los distintos representantes de los trabajadores, apuntan fuentes sindicales, se espera para esta próxima semana.

Antes de que llegue la Navidad y el traspaso de la empresa -todavía tiene pendiente la autorización del Gobierno central en Consejo de Ministros-, los sindicatos han ido organizando concentraciones "para mantener el espíritu de lucha". Este viernes fue el comité de Madrid quien llevó la protesta a sitios como el Congreso de los Diputados y este sábado ha sido la plantilla de Vitoria la que ha protestado por la situación en la Plaza de la Virgen Blanca a mediodía.

Sede de Ayesa en el parque tecnológico de Cartuja / Círculo de Empresarios de Cartuja

Sede de Ayesa en el parque tecnológico de Cartuja / Círculo de Empresarios de Cartuja

Un convenio a medio hacer

El último encuentro entre dirección y parte social no permitió cerrar un acuerdo, con las subidas salariales de 2024 y 2025 como principal punto de fricción. Pero eso no hará que Ayesa parta de un folio en blanco. El diálogo había permitido hasta ahora llegar a un entendimiento para aplicar un pacto en las cifras salariales de 2022 y 2023 a pesar de que el comité no estaba del todo contento con que la subida salarial de 2022 no fuese consolidada.

En el primer año se proponía desde la dirección una subida salarial diferenciada entre quienes cobran más o menos de 27.000 euros y que comprendía una paga no consolidable -que no se fijaría en el sueldo de los empleados- de un 3% para quienes cobrasen menos y un 1% para quienes cobrasen más. En 2023 se contemplaba una subida salarial del 4% en 2023 para los trabajadores con sueldos inferiores y un 3,2% para quienes cobrasen más.

Los escollos, hasta ahora, se encontraban en la oferta salarial de 2024 y 2025, cuya negociación inicialmente se posponía hasta septiembre de 2023. En los últimos encuentros se habían dado pequeños avances pero insuficientes para los sindicatos, con la siguiente propuesta solo para 2024 y con tres alternativas

  • De producirse una deflación en 2023 se negociaría de cero para la subida salarial de 2024
  • Si la inflación oscilase entre el 0% y el 2%, la subida de las nóminas sería de un 1% sin más debate
  • En caso de que la inflación de 2023 fuese superior al 2% se negociaría cuánto subir aunque, según los sindicatos "sin garantías de que se parta del 1%"

En 2025 el mecanismo seria similar, pero la propuesta de la dirección para el último año del nuevo convenio no llegó a cristalizar en cifras concretas. Desde entonces las negociaciones han encallado y los sindicatos han acusado a la cúpula de tener una "flagrante mala fe" en el diálogo social.