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El comité de Tubacex mantiene la huelga y tensa la cuerda con la dirección

Rechazan la propuesta de la empresa porque "mantiene los despidos" y no ofrece "ningún plan industrial ni perspectiva a medio o largo plazo"

31 mayo, 2021 10:24

El conflicto de Tubacex entra en una nueva etapa. El comité de empresa ha decidido rechazar la oferta de la dirección porque sigue "contemplando los despidos", y "no ofrece ningún plan industrial ni ninguna perspectiva a medio o largo plazo" lo que supone que sigue la huelga en las plantas alavesas que suma ya 104 días. 

La decisión abre un periodo de incertidumbre porque la empresa, ya que la dirección había dado de plazo hasta hoy para dar una respuesta a su propuesta para reconducir el conflicto.

En concreto la propuesta de la dirección se basaba  mantener el volumen de empleo actual hasta 2024 en sus plantas alavesas, así como los salarios conforme a las tablas de 2021.  Además anuncia a los sindicatos la intención de dar 'luz verde' a una paga anual no consolidable en los ejercicios 2022-2024 equivalente al 1% de salario "cuando se alcancen los objetivos del plan de viabilidad en cada planta". Plantea además mejoras en  las indemnizaciones de los 129 trabajadores afectados por el ERE: 95 despidos, 22 bajas incentivadas y 12 prejubilaciones. Pero  no se hacía ninguna referencia a la retirada de los despidos. Una cuestión que para los sindicatos hace imposible el acuerdo.

El comité ha insistido a través de un comunicado en que se trata de una decisión unánime, "ratificada por las distintas asambleas" de los sindicatos que lo componen, aunque no se ha realizado ningún asamblea general de todos los trabajadores antes de comunicárselo a la dirección y pese a hay nerviosismo en la plantilla ante una huelga que se está alargando en el tiempo y les está suponiendo un coste importante de pérdida salarial. Hay que tener en cuenta que sólo los afiliados de ELA disponen de caja de resistencia. 

Los sindicatos -ELA, LAB, CCOO, STAT e Independientes, justifican el rechazo a la  propuesta de la dirección porque "sigue contemplando despidos, medida ante la cual ya nos hemos posicionado en contra en repetidas ocasiones", dicen.

Además rechazan "una renegociación de un Convenio Colectivo que la dirección viene incumpliendo en repetidas ocasiones (creación de empleo, aumentos salariales y aumento de inversiones) y que ahora pretende cargarse de credibilidad con unas condiciones que garantizan la supervivencia de las plantas de Laudio y Amurrio, según ellos, un par de años; pero sin ningún plan industrial y sin ninguna perspectiva a medio o largo plazo".

Conflicto estancado

La negativa sindical a aceptar la propuesta de la empresa estanca un conflicto cuya resolución es difícil de prever. La dirección no está dispuesta a readmitir a los trabajadores despedidos, salvo que haya una resolución judicial que le obligue, y el jucio por el ERE no se celebrará hasta finales de junio.

Durante esta semana se habían intensificado los contactos del Gobierno vasco con las centrales sindicales en un intento de reconducir el conflicto, al parecer sin demasiado éxito. A la espera de la valoración de la empresa de la decisión del comité de rechazar su propuesta, desde la dirección se ha alertado en diversas ocasiones de que el paro pone en peligro la viabilidad de las plantas alavesas. 

 Los sindicatos no admiten los despidos porque creen que la crisis es coyuntural por la Covid, y que no están justificados. Sin embargo la empresa insiste en que la crisis es estructural y que se arrastra desde hace años por las dificultades en su mercados tradicionales como el petróleo.

Precisamente desde la empresa señalaron la semana pasada en sede parlamentaria que las empresas alavesas tienen que ser más pequeñas y más especializadas. De hecho buscan nuevas oportunidades relacionados con otros campos de trabajo como el hidrógeno.

Recientemente la empresa ha comunicado a la CNMV que espera recibir en los próximos meses un incremento importante de pedidos procedentes del sector del petróleo y el gas gracias a la progresiva vuelta a la "normalidad" tras la pandemia y la importancia del gas como energía de transición.