Empresas

La competencia de los fondos por hacerse por ITP aleja la posible fusión entre Aernnova y Aciturri

Los intereses dispares de los fondos convierten a las aeronáuticas en rivales para optar por la compra de ITP Aero

4 mayo, 2021 05:00

El sector aeronáutico tiene ya como parte del paisaje habitual los rumores sobre una fusión de empresas entre las que siempre aparecen Aciturri y Aerrnnova. La venta de ITP Aero y la exigencia del Gobierno de España de darle un carácter nacional a la operación han vuelto a despertar todos los movimientos corporativos en torno a estas compañías, pero en esta ocasión la crisis en la cartera de pedidos y la complicada situación financiera que atraviesan hacen que el protagonismo se traslade a los fondos de inversión que son quienes tienen liquidez para afrontar el pago que pide Rolls Royce, la propietaria de ITP.  Los posiciones de los Towebrook, KKR o Bain Capital más que acercar a Aernnova y Aciturri, las convierten en competidoras. 

Towerbrook, el accionista de referencia de Aernnova, prepara con la compañía la oferta que presentará en este mes a Goldman Sachs, el banco de inversiones es el encargado por Rolls Royce para preparar y analizar las pujas para su compañía con sede en Zamudio, ITP Aero. Aciturri, que oficialmente no ha querido confirmar su interés por la aeronáutica vasca, busca el respaldo de otro de los fondos que están en la operación permitiendo así avalar con su presencia el sello nacional exigido por el Gobierno. Las dos aeronáuticas proveedoras Tier1 se convierten así en rivales de la operación, al menos en estos momentos de una partida que todas las fuentes conocedoras de la operación señalan que tiene todavía muchos episodios por recorrer. 

En el caso de que cualquiera de las dos, apoyada por un fondo de inversión, se hiciera con ITP, dejaría a la otra en unas condiciones competitivas bastante comprometidas. Lejos queda aquel 2012 cuando, de un modo intenso Aciturri, Alestis y Aernnova hablaban seriamente de la posibilidad de construir la "triple A", una aeronáutica fruto de la fusión de las tres empresas. El pasado otoño, cuando por la crisis de la pandemia se aventuraba un movimiento de concentración en las empresas aeronáuticas, Aciturri se mostró dispuesta a analizar una operación con Aernnova o ITP. La compañía castellana, que tiene parte de sus plantas en Álava, comparte con el Gobierno de España la propiedad de Alestis. Aciturri cuenta con el 76%, por el 24% de la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones industriales). Aciturri cuenta con una buena relación con el Ejecutivo central, un capital controlado por la familia Clemente Zárate y un ratio financiero ligeramente mejor que el de Aernnova. Son sus principales ventajas que aportar en una alianza con uno de los fondos interesados. 

Por su parte, Aernnova, cuenta con la fortaleza de Towerbrook, un fondo que cuenta con una sólida posición en el sector aeronáutico ya que tiene participación en la francesa Sabena Technics que se dedica al mantenimiento de aviones y motores. Además, Towerbrook concurre a la compra de ITP junto a otro fondo de inversión, Onex, que se ha hecho con una de las principales compañías aéreas de Canadá, West Jet. 

Las gestiones del Gobierno de España

Por su parte, el Gobierno de España, mientras no pueda armar una oferta alternativa con otras empresas, tendrá que mantenerse a la espera para ver cómo queda el escenario una vez sustanciadas las pujas. Lo habitual en estos procesos es que el encargado de gestionarlos haga una criba que deje al menos dos opciones a Rolls Royce para elegir. Será en ese momento cuando el Ejecutivo de Pedro Sánchez plantee sus preferencias a través de la SEPI. El Gobierno vasco también ha mostrado su interés en entrar en el accionariado de la nueva ITP, sobre las condiciones de que se asegure su desarrollo industrial y arraigo. 

En este escenario el Ejecutivo central ha optado por esperar a que sustancien las ofertas y, una vez presentadas, analizar con Rolls Royce las posibilidades y alianzas con una toma de capital a través de la SEPI, que de momento debe esperar. El Gobierno vasco también ha mostrado su interés en entrar en el accionariado de la nueva ITP.