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El coste de la energía coloca a la industria electrointensiva vasca en un horizonte "peor que negro"

La guerra en Ucrania empeora una situación que arrastran desde el año pasado y auguran paradas de producción si no hay soluciones, señalan desde la Asociación de Empresas Grandes consumidoras de Energía

8 marzo, 2022 05:00

El incremento del precio del gas con  motivo de la guerra en Ucrania, unido a unos precios de la electricidad que llevan desbocados desde hace meses, está colocando a las empresas grandes consumidoras de energía ante una crisis sin precedentes, sin que, por el momento, vean una solución a corto plazo. "El horizonte no es que que sea negro, es peor que negro", señala Fernando Soto, director general de Asociación de Empresas Grandes consumidores de Energía (AEGE).  

Para la mayoría de estas empresas el precio energético supone aveces hasta el 60% de sus costes, por lo que auguran que se verán obligadas a realizar paradas de producción ante la escalada de precios disparados ya con motivo de la guerra desatada por la invasión de Ucrania por Rusia.

Hay que tener en cuenta que el 70% de la industria que forma parte de esta asociación es, además de gran consumidora de electricidad, altamente intensiva en el consumo de gas, una fuente de energía especialmente afectada por la crisis de Ucrania.

"Estamos en medio de una tormenta perfecta", señala Soto, que pide al Gobierno que tome medidas urgentes para paliar la situación de estas empresas que arrastran la crisis desde el año pasado, cuando empezó la escalada del precio de la luz. Ya entonces auguraban un 2022 que sería "un calvario" de consecuencias imprevisibles". La situación, lejos de mejorar, se está agravando hasta el extremo por la influencia de la guerra sobre los costes energéticos. 

Este martes el precio de la luz alcanzará los 544,98 euros el megavatio hora, lo que supondrá una subida del 23,15% respecto a los 442,54 euros de este lunes. Habrá horas del día en los que se alcancen los 700 euros según los datos publicados por el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (Omie).
La escalda en el gas es similar: El precio del megavatio hora de gas ha llegado a rebasar los 300 euros en el mercado TTF holandés, la referencia europea, lo que supone un precio 15 veces más que hace un año.

Entre las grandes consumidoras de energía están varias vascas o con plantas en Euskadi como Tubos Reunidos,  Arcelor Mittal o Sidenor.

Precisamente estas dos últimas han sido las primeras que ya el año pasado pararon su producción por el alto precio de la electricidad. De hecho, la planta de Sestao de Arcelor Mittal ha estado parada desde el 7 de diciembre hasta el 3 de este mes, cuando ha arrancado con las pruebas para reanudar la actividad, aunque con una mirada puesta en el incremento del precio de la energía. De hecho aplicará ERTE, aunque no ha llegado a un acuerdo con las centrales, en el caso de que sea necesario ajustar la producciór por el precio de la energía.

Desde al AEGE, Fernando Soto lamenta que no se han cumplido ninguna de las premisas que a finales del año pasado parecía que podrían paliar en cierto modo la escalada de precios. El Gobierno llegó a un acuerdo con las eléctricas para que ofrecieran a la industria precios competitivos. Sin embargo, según señala Soto estas ofertas "no se han materializado" por parte de las eléctricas como norma general.

Sí se están dando algunos acuerdos para pactar precios a largo plazo de forma puntual en algunas empresas. Por  ejemplo, Statkraft y Tubos Reunidos Group anunciaron este mismo lunes que han suscrito un acuerdo de compraventa de energía a largo plazo (PPA), por el que el fabricante de tubos contará con energía renovable a precios estables durante diez años, según  informaron ambas empresas en un comunicado.

En virtud de este acuerdo, Statkraft utilizará su cartera de producción renovable disponible para cubrir parte del consumo de Tubos Reunidos Group durante el citado periodo.

"De este modo, Tubos Reunidos Group se asegura estabilidad de precios para la próxima década, en un sector especialmente afectado por los altos costes energéticos" del último año.

Según han indicado, este acuerdo, que ya entró en vigor el pasado mes de febrero, puede ser, además, uno de los primeros firmados en España que se servirá del mecanismo de cobertura de impago de Cesce para consumidores electrointensivos. Tanto Tubos Reunidos Group como Statkraft están trabajando con este objetivo.

En el comunicado, han explicado que, mediante este mecanismo de coberturas, y a través del Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (FERGEI), se cubre el riesgo de impago que pudiese surgir en este tipo de contratos de compraventa de electricidad, suscritos entre consumidores electrointensivos y productores o comercializadores de renovables, con el objetivo de cubrir por lo menos el 10% del consumo y la duración mínima sea de cinco años (requisitos del Estatuto de Electrointensivos).


También  Sidenor ha firmado un acuerdo de suministro de energía renovable con Naturgy para sus plantas productivas. En virtud de este acuerdo, que tendrá una duración de 10 años, Naturgy suministrará a Sidenor energía eléctrica de origen renovable.

Sidenor recibirá un suministro por una energía equivalente a 350 GWh al año procedente de energía renovable, solar y eólica, en un acuerdo según la modalidad PPA (acuerdo de compra de energía, por sus siglas en inglés), pero esto solo supone el 50% de la energía que consume. El resto, lo tiene que seguir pagando al precio del mercado. 

Al margen de acuerdos puntuales, según señala Fernando Soto, el 90% de las empresas del sector carecen de acuerdos cerrados con las eléctricas y compran su energía en el pool.

A la espera de la subasta

Estas industrias están a la espera también de que se lleve a cabo  la que será primera subasta privada de renovables en España. En esta subasta que se ha pactado con el Gobierno se quiere subastar en torno a los 2.000 megavatios (MW) renovables entre grandes empresas consumidoras de energía, las denominadas electrointensivas. 

Según recuerda Soto, se trata de una subasta que estaba comprometida para el año pasado, "y estamos en 2022 y seguimos sin que se produzca, y ya estamos con al agua que nos llega al límite", señala. 

En cualquier caso esta subasta tampoco solucionaría de inmediato los problemas. "En este año no vislumbramos una situación mucho mejor", señala.
Recuerda Soto, no obstante,  que sí que se pueden buscar soluciones y recuerda que en Francia y Alemania, las empresas electrointensivas tienen acceso a precios de energía más competitivos.