Empresas

Las cotizadas vascas se hunden el doble que el Ibex en la primera mitad de año

Las farmaceúticas, las tuberas y las inmobiliarias son las únicas que crecen frente a las caídas de más de un 20% por parte de CAF, Iberpapel y Vocento

9 julio, 2022 05:00

En un semestre marcado en su arranque por omicron y desde finales de febrero por una guerra que ha reventado todas las expectativas económicas para dejar unos preocupantes tambores de recesión, las cotizadas vascas han cerrado el arranque de 2022 con unos muy malos datos. Frente al hundimiento del Ibex en un 7%, las empresas de Euskadi han demostrado na mayor exposición al conflicto que se resume en un dato. Quien tuviese una acción de cada una de las cotizadas vascas contaba con un paquete valorado en 230,79 euros que apenas seis meses después vale menos de 200 euros: apenas 193,92 al cierre del 30 de junio, un 15,97% menos. Aunque en ese catálogo de compañías de Euskadi hay ganadoras y perdedoras, el predominio de las perdedoras es abrumador: solo cuatro de las 14 firmas vascas que cotizan en el Ibex o en BME han visto revalorizarse sus acciones en los primeros seis meses de 2022.

Entre las ganadoras, predominan los tres sectores a los que la economía ha tratado mejor: las tuberas por el impulso al gas, el refugio inversor en un sector inmobiliario que está en sus mejores cifras desde 2007 y las farmaceúticas, que siguen al alza entre olas pandémicas y viruela del mono. Las grandes ganadoras, de largo, han sido las tuberas, con una mención especial a Tubacex. Las acciones de la compañía de Esmorís han pasado de valer 1,59 el 3 de enero a cerrar el primer semestre en un 2,34, con una subida del 47,16%. En el interim, la guerra ha hecho saltar todas las alarmas energéticas en Europa, que no ha dudado en calificar a la nuclear y al gas como energías verdes mientras haya que acometer el recorrido de transición a las fuentes renovables. Un movimiento europeo que hasta ha contado con el apoyo de un PNV que llegó a pedir el cierre de Garoña y dio por cerrado el capítulo del gas de Subijana que otros han pedido reabrir. Tubos Reunidos también se ha disparado un 26,66% en esta primera mitad de año.

 

Junto a ellos, Neinor sigue en su meteórica escalada, en buena parte a merced del viento favorable que ha generado el build-to-rent que la firma bilbaína lidera. El parqué ha sonreído a un Borja Garcia-Egotxeaga que ha visto crecer su valor en casi un euro, pasando de los 11 euros por acción a 11,96, a las puertas ya de los 12. El crecimiento ha sido de un fuerte 8,27% en un año que la firma también ha comenzado con solvencia en su parte operativa, triplicando los beneficios de 2021. Junto a ello, Faes Farma, cuya nueva planta de Derio marcha mejor de plazos que los inicialmente previstos, también encara el final de 2022 con buen pie, aumentado su cotización en un 12,79%.

El presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, en el centro

El presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, en el centro

Hundimiento en Vocento, CAF, Gestamp e Iberpapel

En el lado contrario de la balanza, el transporte se pega un importante varapalo junto al papel. Dos sectores muy dependientes de la energía que quizá están en oposición a las tuberas. Vocento lidera el hundimiento de las cotizadas vascas con un -26,09%. El grupo editorial controlado por los Ybarra -propietarios de una Torre Bizkaia cuya sociedad propietaria tributa fuera de Euskadi- ha visto cómo sus acciones han descendido de los 92 céntimos a apenas 68 por cada título de la firma. Muy involucrada en la prensa impresa -con los correspondientes costes del papel-, el grupo trabaja ahora en el lanzamiento de un periódico deportivo exactamente en el segmento opuesto: digital, con un tono joven y muy volcado en redes sociales. Iberpapel, por su parte, cae casi un 24%, pasando de 18,50 euros a 14,10.

CAF, por su parte y a pesar de su boyante cartera de pedidos, ha visto decrecer el valor de sus títulos un 23,22% y Gestamp, embarcada en una infinidad de proyectos concurrentes al PERTE, se ha dejado un 25%. El grupo de Francisco Riberas ha pasado de vender su parte bursátil, a 4,40 euros a 3,30.

Junto a estas caídas, Vidrala -también muy dependiente de la energía- cae un 19,53% y el resto de cotizadas vascas caen más de un 10% con una única excepción: Iberdrola. La energética de Sánchez Galán, que empezó el conflicto de Ucrania con subidas, ha cerrado al final el primer semestre en un 5,26% después de que la presión sobre el sector energético haya seguido 'in crescendo'. Sus acciones valían 10,43 euros y el 30 de junio cerró la bolsa valiendo 9,90 euros.

Aerogenerador de Siemens Gamesa en Bilbao con motivo de la Junta de Accionistas de 2021 / Siemens Gamesa

Aerogenerador de Siemens Gamesa en Bilbao con motivo de la Junta de Accionistas de 2021 / Siemens Gamesa

Dos empresas menos en el Ibex

Mención aparte en este capítulo merecen Siemens Gamesa y CIE Automotive. La eólica de Zamudio estaba hundiéndose a plomo después de la infinitud de problemas por los que estaba pasando -problemas de precios, pérdidas descontroladas e I+D fallido- hasta que llegó la OPA de Siemens Energy para rescatar a la antigua Gamesa y estabilizar su precio. El grupo alemán pagará 18,05 euros por acción, pero la eólica de Zamudio lleva semanas cotizando algo por debajo de ese valor. Su absorción llegará a finales de año en un movimiento que hará que las empresas vascas en el Ibex 35 pasen de cuatro a dos en apenas un año.

Antes de la salida de Gamesa llegó la salida de CIE Automotive. El grupo de Antón Pradera ha caído mucho menos que el sector de la automoción, pero no ha podido evitar una salida del selectivo español que, en cualquier caso, no debería suponerle un gran problema. Con presencia en proyectos como Basquevolt, la firma vasca ha pasado de vender sus acciones a 26,62 euros a principios de 2022 a cerrar el primer semestre en 23,68