Las empresas y la banca vasca se preparan para un endurecimiento de los préstamos

La Encuesta sobre Préstamos Bancarios publicada este pasado martes por el Banco de España arrojó como gran titular lo que, por otra parte, es un escenario al que se encamina el conjunto de la economía: el endurecimiento de las condiciones crediticias para empresas y particulares. Un escenario que en esta Semana Santa ha sumado dos hitos más en su recorrido. Por un lado, el anuncio del Banco Central Europeo de que en julio terminará con su programa de compra de deuda -lo que supone otro paso en la "normalización monetaria" que pretende Frankfurt-. De otra parte, el tipo positivo que alcanzó el euribor el martes por primera vez en seis años. La subida de los tipos de interés empieza a ser una realidad a pesar de la coyuntura económica que ha dejado la guerra en Ucrania.

Pese a las advertencias de un endurecimiento que el Banco de España ya ha detectado en su primer trimestre del año, Euskadi, por el momento, es ajeno a ello. Bancos como Laboral Kutxa no han modificado su estrategia comercial y las patronales vasca y guipuzcoana, no han recibido todavía ningún mensaje de las compañías vascas preocupadas por este asunto. Sin embargo, las empresas sí que se están preparando para un futuro donde se dé una subida de los tipos de interés. "Aunque de momento todo sigue igual, lo cierto es que si sube el Euribor, subirá todo lo demás", señalan fuentes de Confebask.

El impacto completo de los créditos en las empresas no se conocerá hasta que se publiquen las encuestas que realizan las patronales -Adegi publicará una encuesta en las próximas semanas-, pero lo cierto es que las firmas ya se están preparando. En el lado contrario, bancos como Laboral Kutxa aún no han alterado sus condiciones ni entre empresas ni en particulares, si bien fuentes de la entidad no descartan que en el futuro sí se dé una revisión. El banco vasco también trabaja en una nueva edición de su índice de confianza empresarial para ver cómo se encuentran las empresas y compartir diagnóstico en torno a la situación del circulante.

En cualquier caso, sí se está haciendo un análisis sesudo de cada una de las empresas que recurren a los créditos con Laboral Kutxa para estudiar la viabilidad de los préstamos. "Evidentemente, la crisis ha provocado un deterioro en compañías como las electrointensivas o el sector de la automoción, pero aún no hemos notado problemas de morosidad", señalan desde el banco vasco. De hecho, desde Laboral Kutxa se subraya el descenso de la morosidad que experimentaron entre sus clientes a pesar del repunte de omicron a final de año: bajó de un 3,3% a un 2,8%, con un importante aumento de la solvencia.

Otra entidad bancaria con fuerza en Euskadi, el Banco Sabadell -que opera en Euskadi bajo la firma de Sabadell Guipuzcoano en referencia al antiguo Banco Guipuzcoano- ha comunicado a sus trabajadores que precisamente desde este jueves el coste que aplican los empleados en cada operación ha subido. Estará en mano de los gestores endurecer o no las condiciones crediticias, pero si se mantienen las ganancias serán menores.

El subdirector de SabadellGuipuzcoano, Ignacio Navarro, junto a Eduardo Junkera, presidente de Adegi / Adegi

Prórroga de los créditos covid

Con lo que sí se congratulan las empresas vascas es con la extensión del periodo de carencia en los créditos covid de Elkargi, anunciada este pasado martes por el Gobierno vasco. Unas líneas de financiación que habían sido prorrogadas un año ya en 2021 y que ahora han visto cómo se prorrogan otro año más dentro del plan del Gobierno vasco, que se ha aprovisionado tres millones de euros para tal fin. En caso de impago en estos créditos no hay que olvidar que Lakua respaldaba el aval del 100% en caso de insolvencia. 

El Gobierno, con esto, imita al Gobierno central en la prórroga realizada con los créditos del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La patronal alavesa, SEA-Empresas Alavesas, ya había advertido de los problemas que iban a tener las empresas a la hora de devolver los créditos pandémicos, que afectaban al 31% del empresariado alavés y que subía al 62% en el caso de la hostelería, si bien en el caso de los adquiridos con Elkargi el porcentaje de empresas alavesas en dificultades descendía al 22%. Solo en este territorio, según los datos de la patronal alavesa, se acumulaban un total de 1.336 millones de euros que deben devolver unas 5.000 empresas.