El Gobierno vasco destinará hasta 300 millones de euros en esta legislatura para entrar en el accionariado de empresas estratégicas y de cara a garantizar su arraigo en Euskadi. Es uno de los anuncios tras haber aprobado en su reunión de hoy la creación de una sociedad pública con la que comenzará a gestionar los 160 millones con los que actualmente cuenta en Finkatuz. Se trata de un movimiento previo al comienzo de las operaciones de este fondo que creó hace dos años y que había ido dotando económicamente, pero sin ninguna participación significativa en ninguna empresa. Las miradas sobre el Gobierno para que iniciara su participación en empresas habían comenzado a intensificarse tras la compra de Euskaltel por MásMóvil, la venta de ITP o la crisis de la pandemia.
Las participadas deberán facturar más de 100 millones y no estar en "crisis"
El fondo tomará participaciones en empresas que tengan, al menos, 100 millones de euros de facturación y cuenten con más de 50 trabajadores. Además, las compañías deberán tener la sede en Euskadi y quedan descartadas las que estén en "crisis". Los sectores que centrarán la mirada del Gobierno son áreas estratégicas como la aeronáutica, la alimentación, la automoción, las biociencias, los contenidos digitales, la ecoindustria, la energía, la maquinaria, los productos e instalaciones siderúrgicas, las tecnologías electrónicas y de la información y los transportes, movilidad y logística. En cuanto a la duración de la inversión, el Gobierno realizará esta toma de acciones en las compañías con vocación de estabilidad, aunque no se fija un periodo mínimo, ni máximo.
El fondo se completa la participación que el Gobierno tiene en ABE Capital Partners
Este fondo, Finkatuz, cuenta con 160 millones de euros. Pero el departamento de Economía y Hacienda cuenta con otra dotación de 17 millones con el mismo objetivo: tomar participaciones en empresas estratégicas. Además, el Gobierno vasco, destinó 12 millones de euros al fondo de capital riesgo Abe Capital Partners en diciembre de 2019. Una inversión que todavía sólo se ha concretado en la toma de participación de una empresa domiciliada en Castilla y León. En total, suman 190 millones de euros a los que se añadirán otros 140 millones con los que se pretende elevar el programa Finkatuz a 300 millones de euros al final de la legislatura.
La consejera de Desarrollo Económico justificaba la necesidad de contar con la disponibilidad inmediata de esta cantidad de dinero para poder actuar con rapidez ante cualquier oportunidad que pueda presentarse. Pero no deja de llamar la atención la gran diferencia de magnitud en las cifras. El Gobierno podría recurrir de forma inmediata a unos 177 millones de euros, pero las dos grandes operaciones empresariales vascas que llenan las noticias trascienden en mucho esa cantidad. Así, Euskaltel ha sido vendida por 2.000 millones y por ITP, Rolls Royce pide alrededor de 1.400 millones de euros. Un contexto en el que el Gobierno vasco solo podría desempeñar un papel dentro de un consorcio más amplio.
Hasta ahora solo se han materializado dos pequeñas inversiones para tomar capital en la guipuzcoana CAF, con 15 millones de euros y un 1,24% del accionariado, y otra participación en Kaiku del 7,35% de sus acciones. La de CAF fue, además, una inversión provocada por la salida de Kutxabank. Y es que el banco vasco viene desarrollando una estrategia de desinversión empresarial obligada por el regulador y por su estrategia de mantener altos ratios de solvencia y seguridad que le ha llevado a centrar su negocio en el sector hipotecario.