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Kutxabank se plantea que el sustituto de Villalabeitia no tenga poderes ejecutivos

Las intenciones del Banco Central Europeo pasan por que el consejero delegado, actualmente Javier García Lurueña, sea quien ostente los poderes ejecutivos

27 junio, 2022 05:00

Empiezan a conocerse detalles sobre el proceso de sustitución que ya ha comenzado en Kutxabank. La entidad financiera debe acometer el relevo de Gregorio Villalabeitia, que abandonará el liderazgo del banco el próximo mes de noviembre, cuando se cumplan ocho años desde su nombramiento. El proceso de designación del nuevo presidente en Kutxabank es un proceso que ya está abierto bajo la supervisión del Banco Central Europeo (BCE) y en Frankfurt empiezan a surgir las primeras impresiones sobre cómo debe organizarse el relevo.

Entre ellas, el BCE ha presionado a la entidad vasca para que divida el poder con un presidente sin poderes ejecutivos y un consejero delegado que será quien ostente los poderes de decisión. Esa insistencia desde las instituciones europeas parece haber surtido efecto y ya se está planteando la opción de implantar esta nueva estructura en su gobierno corporativo según aseguran fuentes conocedoras de la operación a 'Crónica Vasca'.

El modelo de gobernanza, por tanto, se abre ahora a cambiar hacia lo que ha ido ganando peso en los últimos años. Este año ya son mayoría las empresas del Ibex 35 que han optado por que el consejero delegado sea el primer ejecutivo de la firma y en Euskadi se han ido dando procesos de este estilo en firmas como Aernnova, Euskaltel o CIE Automotive. Sin ir más lejos, los movimientos realizados en Indra en los últimos días no han estado solamente enfocados en la entrada en ITP Aero; también buscan devolver a Marc Murtra los poderes ejecutivos que le quitaron los consejeros independientes, apostando precisamente por Murtra como presidente no ejecutivo e Ignacio Mataix como consejero deleggado con esos poderes ejecutivos.

El modelo de gobernanza busca orientarse con estos modelos hacia mejorar las recomendaciones de buen gobierno. El BCE lleva una década supervisando a las entidades financieras "significativas" de la zona euro -111 actualmente- empujando en esta dirección y con un especial interés en los últimos meses por empujar hacia ese tipo de dualidades en la dirección de las empresas, con un especial interés por llevar a cabo este proceso en el sector financiero que también va a abordar Kutxabank.

Con un consejo de administración donde se espera la llegada de Iñigo Calvo en representación de la fundación BBK cuando el BCE autorice la entrada del profesor de Deusto, esta es la alternativa que ahora mismo tiene más fuerza. La opción por un presidente no ejecutivo facilitaría mucho más la selección de la persona adecuada, que no tendría que acreditar una década de experiencia como directivo en el mundo de las finanzas, sino simplemente demostrar que dispone de los conocimientos para gestionar un banco.

Javier García Lurueña, consejero delegado de Kutxabank / EP

Javier García Lurueña, consejero delegado de Kutxabank / EP

Continuismo

Villalabeitia, con su marcha, dejará buena parte de los deberes que se le dieron hechos: se ha mantenido la línea de que sean las tres fundaciones bancarias quienes mantengan el control de Kutxabank -no sin un terremoto político cuando se le retiró un representante en el consejo de administración a la Fundación Vital- y se ha conseguido consolidar la situación financiera. En el primer campo, además, el fondo de recapitalización de BBK para mantener el control de la firma sigue creciendo a un ritmo más que suficiente para llegar a finalizar sus dotaciones a ese fondo exigido por el Banco de España antes de finales de 2024. También se ha llegado al final del mandato sin las fusiones que tantas veces se han especulado y que estuvieron a punto de consumarse en 'matrimonio' con BBVA.

La división de poderes dejaría a un nuevo presidente no ejecutivo y sería Javier García Lurueña como consejero delegado con la máxima autoridad ejecutiva. El cargo de consejero delegado ni siquiera existía hasta que comenzó el mandato de Villalabeitia, que anunció la creación de este cargo en su primera comparecencia pública como presidente de Kutxabank y eligió a García Lurueña para "gestionar el día a día". Siete años después, esa figura puede cerrar el año siendo la que ostente los máximos poderes en el banco vasco a partir de noviembre.