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MásMóvil y Euskaltel aguantan posiciones y se reservan la baza de la subida de precios

El anuncio de Vodafone de ligar tarifas a la inflación marca un hito en el sector tras años de competencia a la baja aunque el grupo de Meinrad Spenger no moverá ficha de momento

1 septiembre, 2022 05:00

La decisión de Vodafone de vincular las tarifas de los nuevos clientes a la inflación vuelve a sacudir el mercado de las telecomunicaciones en España, a la espera del reajuste pendiente por la fusión entre MásMóvil y Orange confirmada a finales de julio. La decisión de la compañía británica rompe con la tendencia de presión a la baja de los precios en los últimos años y abre una oportunidad para sus competidores si son capaces de aguantar un tiempo sin modificar tarifas.

"Es un movimiento lógico pero que tiene riesgos a corto plazo", indica una fuente del sector en referencia al anuncio formalizado este miércoles por Vodafone. La operadora con sede en Newbury hace un movimiento arriesgado al ser la primera del mercado en avanzar que sus clientes deberán asumir el aumento del coste de la vida a partir de enero de 2023, lo que desde luego ni es el mejor reclamo para ganar usuarios ni ayuda a consolidar la cuota actual.

Eso sí, el paso que ha dado el que tras la alianza Orange-MásMóvil es claramente tercer operador en España es "perfectamente comprensible", señala esta fuente, ya que se enmarca no solo en un pico puntual de precios como el actual que obliga a tomar medidas a todos los negocios sino en un contexto para el sector más amplio de competencia a la baja con entrada de nuevos actores como es el caso de Digi y descenso de los ingresos desde hace años.

Se estima, según datos de Competencia, que el volumen de ingresos ha caído en la última década un 34% con un descenso de precios de más del 30% desde 2008, según la CNMV. "La situación era completamente insostenible", abunda este experto.

El consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger / Europa Press

El consejero delegado de MásMóvil, Meinrad Spenger / Europa Press

MásMóvil, a la espera

En esa dirección apunta la propia Vodafone al explicar por qué toma esta medida, asegurando que busca "consolidar la sostenibilidad del negocio" y asegurar "los recursos necesarios" en España. Y asegura vinculará la evolución del IPC de forma automática en sus tarifas cada año "de manera predecible y completamente transparente" con base al dato de inflación interanual entre octubre pasado y septiembre de este año.

Sobre si esto puede suponer una fuga de clientes, fuentes de MásMóvil, que controla Euskaltel o Guuk, optan por la prudencia y recuerdan que las transferencias entre compañías no son tan abultadas como antes, con un descenso del 20% en los cambios de portabilidad en el último año. Tras el anuncio por parte de Vodafone desde el grupo de Meinrad Spenger únicamente se indica que no hay una decisión tomada en relación a la inflación por lo que de momento no habrá variaciones de precios, aunque evidentemente el debate está ahí.

La compañía amarilla, que junto a Orange formará el mayor grupo de telecomunicaciones de España, lleva tiempo apostando por diversificar el negocio para sostener la rentabilidad (el objetivo es conseguir que en los próximos tres años el 25% de los ingresos del grupo procedan de sectores alternativos) y se ha adentrado por ejemplo junto a sus competidores en el mundo de las alarmas.

Eso mismo ha hecho también Euskaltel, absorbida por los amarillos hace un año, que además anuncia que abre negocio en el mundo de la energía, otro de los nichos en los que las 'telecos' están encontrando espacio, telemedicina o servicios financieros. El operador naranja asegura también que no hay previstas subidas y que la política de precios seguirá como hasta ahora.

La baza de una subida de tarifas que permita engordar los resultados se guarda por tanto para más adelante y se utilizará o no en función de cómo varíe el contexto económico y hasta qué niveles escale la inflación en los próximos meses.