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La NASA rediseña el retorno del Perseverance y deja al brazo de AVS como único representante europeo

La agencia estadounidense se deshace de casi toda la parte de la ESA pero mantiene a AVS como una de las doce empresas europeas que sí seguirán bajando a Marte

16 agosto, 2022 05:00

La misión marciana más ambiciosa de la historia suelta lastre. Con el rover Perseverance más de año y medio en Marte desde que en febrero de 2021 llegase al cráter Jezero, toca empezar a pensar en la operación para traer de vuelta al vehículo robotizado en el planeta rojo. El periodo de exploración del Perseverance empieza a agotarse y de ahí que la NASA esté ya trabajando en el plan para traerle de vuelta. Un plan que la NASA ha cambiado ligeramente con respecto a la hoja de ruta inicial este verano y que afecta de forma directa al papel de las empresas europeas.

Entre ellas, la vasca Added Value Solutions (AVS), que tiene marcado en rojo el año 2028, la fecha en la que la empresa volverá al planeta rojo para permitir la 'repatriación' del rover de la NASA en una misión que contará con la colaboración de la Agencia Espacial Europea (ESA). Sin embargo, será una colaboración distinta de la inicialmente prevista.

Inicialmente la hoja de ruta trazada por las agencias espaciales pasaba por el amartizaje de un segundo vehículo marciano que se desplazaría hasta la ubicación del Perseverance y recogería sus muestras. Ese segundo todoterreno fabricado por la ESA (el Sample Fetching Rover, SFR por sus siglas en inglés) iba a ser el responsable de recoger las muestras marcianas. Desde ahí, el SFR volvería a la plataforma donde había aterrizado para cargar las muestras usando el brazo de AVS en un microcohete (el Mars Ascent Vehicle, MAV) y enviar las muestras a la órbita de Marte, desde donde le esperaría la Earth Return Orbiter, que esperará orbitando alrededor de Marte para recoger el material y traerlo de regreso a la Tierra.

El rover Perseverance, momentos de antes de tocar tierra en Marte / NASA

El rover Perseverance, momentos de antes de tocar tierra en Marte / NASA

 

El rover europeo era un proyecto llevaba tras de sí años de trabajo de Airbus y las agencias europeas -particularmente la británica-, pero ahora la NASA ha cambiado de planes y ha apostado por los helicópteros. En concreto la NASA va a enviar dos modelos basados en el Ingenuity, el modelo que ya está trabajando en suelo marciano para traer de vuelta el material marciano. Este helicóptero -casi más drones por su aspecto y tamaño- es el que ayuda al Perseverance a seleccionar puntos de interés para investigar, hacer las impresionantes fotos que el rover ha ido enviando a la Tierra o recoger algunos de los doce tubos que hasta la fecha ya ha recogido con muestras.

 

El plan inicial para este helicóptero completamente autónomo era que solo hiciese cinco vuelos durante los primeros 30 días en Marte, pero la realidad es que ha sido capaz de realizar 29 trayectos en la superficie marciana y ha sobrevivido más de un año por encima de lo que se preveía para él. En este mes, una vez ha pasado la temporada de más polvo en Marte, es cuando se espera que el helicóptero haga su trigésimo vuelo. Es ese "sorprendente rendimiento" del Ingenuity el que ha hecho apostar por una simplificación de la misión que hará que el rover europeo desaparezca de la ecuación.

La NASA ha eliminado así el grueso de la participación europea, pero no toda. Entre las pocas cosas que ha mantenido está el brazo mecánico que ha desarrollado la ingeniería vasca de Miguel Ángel Carrera para recoger las muestras y meterlas en el microcohete. Una operación que se espera hacer extrayendo directamente las piezas del Perseverance, pero si el rover no llegase vivo a esta etapa de la misión se usarán los helicópteros para hacer llegar las muestras recopiladas desde el planeta rojo hasta la plataforma donde amartizará el cohete antes de volver a despegar.

Ese brazo mecánico es la única parte de la ESA que bajará hasta la superficie de Marte. Una estructura elaborada por un consorcio liderado por la italiana Leonardo -de la que se ha especulado mucho en estos muchos meses por su interés en coger más fuerza en el mercado español-, pero en el que apenas hay once socios europeos, de los cuales solo Francia y España aportan dos: en nuestro caso, la madrileña GMV y AVS.

Si la misión sale bien y el brazo -'gripper' se le llama en términos científicos- cumple su función, la estructura con componentes vascos saldrá de la Tierra en 2026 y llegará a Marte en 2028. El material recopilado por el Perseverance estaría así de vuelta en la Tierra en 2031, once años después de despegar en verano de 2020.

El brazo que recogerá las muestras del Perseverance en los laboratorios de Leonardo / ESA

El brazo que recogerá las muestras del Perseverance en los laboratorios de Leonardo / ESA

Contratista de confianza de la NASA

La compañía, con este cambio, se consolida como uno de los contratistas espaciales de más confianza para los grandes proyectos europeos. Antes, la compañía ya participó en la propia llegada del Perseverance en febrero de 2021. El rover marciano cuenta ahora mismo con sensores vascos para medir valores del entorno marciano en el que opera como la velocidad y dirección del viento, la presión atmosférica, la humedad relativa, la temperatura ambiente y la radiación solar. También cuenta, 'made in Euskadi', con el sistema de calibración de SuperCam, un instrumento que analiza a distancia la química de las rocas marcianas utilizando una cámara, láser y espectrómetros.

La ingeniería vasca tiene sedes en Estados Unidos e Inglaterra y ya cuenta con una dilatada experiencia espacial. Entre los proyectos más llamativos que desarrolla la empresa está el programa de lanzamiento de satélites en el que participa con Virgin Orbit, un proyecto en el que la firma de Elgoibar pondría a la multinacional el sistema de apoyo al lanzamiento de estos dispositivos desde un avión Boeing 737. Una actividad que se realizaría desde el aeropuerto de Foronda y que figura entre los proyectos que Euskadi pretende llevar al PERTE aeroespacial, pero que ahora se encuentra bastante paralizada, sin ni siquiera comunicación entre Aena y AVS para ver cómo empezar a hacer realidad el proyecto.

Cohete ´LauncherOne´que portará el vehículo orbital de AVS. / Virgin

Cohete ´LauncherOne´que portará el vehículo orbital de AVS. / Virgin

El crecimiento de la compañía le ha llevado también a abrir una nueva sede en el Parque Tecnológico de Miñano (Álava) en el edificio que albergó el túnel del viento del fallido proyecto de la Fórmula 1 vasca, Epsilon Euskadi