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El número de trabajadores inmersos en conflicto laboral toca techo desde la reforma de Rajoy

Casi 260.000 vascos estuvieron afectados por uno de los 576 procesos abiertos en el Preco, de los que una cuarta parte se resolvieron con mediación

17 julio, 2022 05:00

Con un otoño que se presume caliente en lo laboral en el horizonte, las empresas vascas han dejado atrás un 2021 con un avance importante en el número de trabajadores implicados en conflictos colectivos. El año pasado fueron casi 260.000 los asalariados vascos afectados por una solicitud de conflicto al Preco, el órgano de conciliación del Consejo de Relaciones Laborales (CRL), el número más alto de la última década a excepción de 2013, cuando los procesos se dispararon por la incertidumbre generada por la reforma laboral de Mariano Rajoy.

Así se recoge en la última memoria de 2021 del CRL, en la que se detalla la actividad del organismo presidido por Tomás Arrieta, incluyendo un análisis pormenorizado de la evolución de los conflictos colectivos en los últimos años. El número de conflictos no registra grandes variaciones desde 2013, pero sí lo hacen las personas implicadas en los mismos. La declaración de conflicto colectivo no implica necesariamente el inicio de movilizaciones ni convocatorias de huelga, de hecho es un trámite previo a la apertura de cualquier iniciativa sindical en ese sentido que se inicia con las partes sentadas en busca de un acuerdo de la mano de un tercero.

Esa labor es la que reside en el Preco, que normalmente pivota en torno a las discrepancias sindicales por una decisión empresarial o a las diferencias a la hora de interpretar un convenio o normal legal. Al órgano del CRL llegaron el año pasado 576 procesos de este tipo con 259.600 trabajadores afectados, 30.000 más que en 2020 y el doble que en los ejercicios anteriores. Solo 2013, un año particular por el decaimiento legal de convenios a causa del límite de ultraactividad en la reforma de Mariano Rajoy, supera ese alcance de los conflictos con casi 500.000 trabajadores.

El presidente del CRL, Tomás Arrieta, en una imagen de archivo. EP

El presidente del CRL, Tomás Arrieta, en una imagen de archivo. EP

Sectores y empresas grandes

El CRL explica esta cifra tan elevada por un lado por la entrada en escena de los conflictos en los sectores, un total de 11, que siempre albergan cifras de trabajadores más altas que los acuerdos de empresa. Aquí destaca el Metal de Bizkaia, con 50.000 trabajadores, que sigue sin resolverse y ha vivido varias jornadas de huelga en las últimas semanas. Y se apunta también a un considerable ascenso en las solicitudes presentadas con afectación a empresas de gran tamaño.

La memoria recoge asimismo los porcentajes de éxito de los mediadores del Preco, que resuelven en términos redondos aproximadamente una cuarta parte de los procesos que cruzan el umbral del CRL. A nivel técnico la asistencia del Preco se divide en varios tipos (conciliación, mediación y arbitraje) según el grado de implicación del tercero y la obligatoriedad de su veredicto, pero en general puede decirse que los conflictos colectivos que sellan la paz en esta fase son una minoría.

Movilización de trabajadoras de la limpieza de Bizkaia / LAB

Movilización de trabajadoras de la limpieza de Bizkaia / LAB

En concreto el año pasado el Preco pudo solucionar cerca del 22% de los nuevos conflictos, ligeramente por encima del nivel de 2020, mientras que si se suman los casos que ni siquiera se pusieron en marcha por incomparecencia o desistimiento de una de las partes el porcentaje crecería hasta casi el 25%. En todo caso los procesos que mueren en el Preco suelen corresponderse a empresas de escaso tamaño con lo que la capacidad de la mediación de atajar conflictos no alcanza el 9% de todos los trabajadores afectados. En el sector, más expuesto mediáticamente, patronales y sindicatos suelen encarar esta fase como un mero trámite.

En cuanto a 2022, la primera mitad del año ha sido muy pobre a nivel de negociación colectiva, y el propio presidente del CRL viene alertando hace meses de un ascenso de la conflictividad inminente a causa de las dificultades para acordar subidas salariales con los actuales niveles de inflación. Con el Metal de Bizkaia y Álava bloqueados, los preacuerdos en la limpieza de Bizkaia o el papel de Gipuzkoa (la construcción guipuzcoana también va camino del acuerdo) han roto la atonía a las puertas del parón de agosto.