Rolls-Royce asegura que ITP seguirá siendo un "socio estratégico" tras su salida

Tras el 'ok' del Gobierno central a la compra de ITP por parte de Bain Capital a Rolls-Royce, la compañía británica ha comunicado este miércoles por la mañana el cierre de la operación del fabricante vasco de motores a los mercados de Reino Unido. A la espera de que se cierre el consorcio de la firma, que debería producirse "en las próximas semanas" según Rolls-Royce, el hasta ahora propietario de ITP cede el bastón de mando al fondo estadounidense a la espera de que se consolide la vía Indra para completar el consorcio de empresas españolas y con las opciones del Gobierno vasco -que sigue buscando el equilibrio entre peso financiero y peso corporativo de su entrada en ITP, con el objetivo último de tener un consejero- todavía en liza en una operación que ya se negocia desde el Departamento de Economía y Hacienda que lidera Pedro Azpiazu.

Pese a que la transacción ya solo tiene pendiente este paso de cerrar el consorcio, la compañía británica ha asegurado en su comunicado de este miércoles que el fabricante vasco de motores de aviación seguirá siendo un "socio estratégico" para Rolls-Royce. Y no es para menos: la firma vasca juega un papel fundamental que ha tenido durante estos años en el UltraFan su mejor ejemplo: un último servicio a Rolls para proveerla de los motores que liderarán el futuro de la aviación. No contentos con eso, no hay que olvidar el importante papel de ITP en el sector de defensa, que es precisamente el que ha sido tan atractivo siempre para Indra. El fabricante vasco lidera el grueso de la parte española del programa FCAS, en el que trabaja Europa para desarrollar el futuro caza que dé remplazo al actual Eurofighter. 

Aunque la operación fue autorizada el lunes en el Consejo de Ministros, el acuerdo no tuvo confirmación oficial del plácet hasta este martes a mediodía. La operación, eso sí, se ha tenido que autorizar con un 100% del control para Bain, aunque se espera cerrar el consorcio con ese 30% que pretendía imponer el Gobierno central después del terremoto que supuso la junta de accionistas para Indra. En ese consorcio, de momento, se cuenta con la presencia de SAPA y de JB Capital, a la espera de que se incorporen Indra, el Gobierno vasco a través del Instituto Vasco de Finanzas (IVF) o incluso algún actor algo menos encuadrado en las cábalas hasta ahora, si bien el espacio reservado al socio de referencia industrial parece estar completamente reservado a Indra, que está totalmente decidida a entrar en la firma. Según diversas fuentes cercanas a la operación, el consorcio de la firma podría estar concluido en septiembre u octubre.