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Unai Sordo: "El dumping fiscal de Madrid es una milonga para forzar una bajada de impuestos"

El secretario general de CCOO defiende la cruzada por los salarios en un contexto de inflación "gravísimo" pero añade matices: "Un convenio que asegura el futuro de la empresa es bueno, no hay que encelarse por una décima"

9 octubre, 2022 05:00

Unai Sordo acaba de cumplir 50 años. El bilbaíno está aun en la fase inicial de su segundo mandato al frente de CCOO, para el que fue elegido por abrumadora mayoría en el congreso confederal del sindicato en octubre del año pasado. No oculta su preocupación por el difícil momento que viven los trabajadores en un contexto de precios disparados y avisa de las consecuencias tanto sociales como políticas de un empobrecimiento generalizado. Atiende a 'Crónica Vasca' desde su despacho en Madrid justo antes de bajar a la primera de las movilizaciones previstas junto a UGT este otoño para reclamar un acuerdo salarial.

¿Cómo de posible es un pacto de rentas en España?

No es inviable del todo, pero está muy difícil. Un pacto de rentas es un pacto salarial, sí, pero también un pacto fiscal de calado, de protección de todas las rentas y de contención de precios. Estamos en una crisis de precios gravísima, no en una recesión. El Gobierno ha ido tomando medidas en algunos de estos cuatro aspectos, que no ha llevado a la mesa de diálogo social, y por otro lado el pacto salarial está lejos. CEOE no tiene voluntad. Los empresarios de este país están acostumbrados a salir de las crisis por la vía de la devaluación interna de la mayoría social para salvaguardar sus beneficios.

CCOO y UGT inician ahora un ciclo de movilizaciones precisamente para forzar a CEOE a comprometerse con los salarios. Esa guía, ¿serviría para Euskadi?

Bueno, ya sabemos cómo van esas lógicas. Basta que se firme un acuerdo en España para que algunos en Euskadi intenten hacer lo contrario. Más allá de eso creo que nuestro planteamiento es coherente y beneficioso diría que para el país. Yo sé que no va a haber un acuerdo salarial el mes que viene, pero sí es posible pactar incrementos para este año y 2023 y 2024 razonables que luego se acompañen de compromisos de recuperación de esa diferencia con los precios. Es posible llegar al final de ese ciclo con una recuperación de lo que ahora se está perdiendo.

La huelga general apela al Gobierno y no tiene sentido ahora, pero habrá conflictos sectoriales

¿Cómo de enrocada está la CEOE? ¿Cómo es su relación con Antonio Garamendi?

Hay contactos informales pero últimamente no nos hemos reunido al máximo nivel. Estamos explorando la posibilidad de retomar ese acuerdo de negociación colectiva. Vemos que ellos no tienen voluntad de retomarlo, por ello creemos que esto requiere un tensionamiento y de ahí surgen estas movilizaciones. Incluso con la posibilidad de la huelga en aquellos convenios donde los trabajadores estén dispuestos. CEOE está cómoda por esa inercia histórica de que aquí se sale de las crisis devaluando salarios.

¿Se podría llegar a la huelga general?

Una huelga general apela directamente a las instituciones, al Gobierno. En un momento en que hemos llegado a acuerdos satisfactorios en pensiones, en función pública, espero que en el salario mínimo... no tiene sentido ahora una huelga general. Según cómo evolucione la negociación colectiva sí podemos generalizar conflictos de carácter intersectorial con miras a los convenios de 2023.

sordo

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El propio Garamendi es muy crítico con el Gobierno de Pedro Sánchez. ¿Cree que el Ejecutivo puede hacer más en favor de la causa sindical?

La negociación colectiva es un tema nuestro. Pero en otros elementos sí creo que puede hacer más. Y ha hecho, eh, pero puede hacer más. En materia fiscal, por ejemplo, ha dado pasos tímidos, habrá que ver cómo se concretan estos impuestos a las rentas altas y a las grandes empresas. Puede hacer más en la medida en que interviene en algunos salarios, como el salario mínimo. Sí hay que reconocer el compromiso en revalorización de pensiones o en la función pública.

Tras la pandemia el gasto público se ha disparado: los ERTE, las pensiones...

Claro. Por eso la derecha plantea un debate fiscal demagógico. El esfuerzo de la pandemia ha disparado el gasto público y en estos momentos no se puede restringir el gasto público porque el riesgo de ralentizar la economía es enorme. ¿Cómo se financia esto? Claro, si solo se hace con gasto público tarde o temprano habrá un problema con los objetivos fiscales de Europa que podrían llevar a otra etapa de recortes. Cuando la derecha plantea que hay que bajar impuestos para que haya dinero en los bolsillos está sentando las bases para que España vuelva a la austeridad. Ahí el Gobierno no debe entrar.

La deflactación del IRPF es doping que merma los recursos públicos. Hay que subir los salarios

¿Le preocupa en ese sentido un cambio de color en Moncloa en las próximas generales?

Bueno, o sin esperar a eso. Si se da un deterioro brutal del cuadro macro el Gobierno puede verse abocado a reducir el gasto, sea cual sea su color. Claro, con un Gobierno de otro color ya ni te cuento, ya sabemos que el PP estaría encantado de navegar en esas aguas.

Unai Sordo, secretario general de CCOO / CV

Unai Sordo, secretario general de CCOO / CV

Entre las medidas que se están tomando para ayudar a las familias, también por parte de las instituciones vascas, está deflactar el IRPF. ¿Qué le parece?

Se llama deflactación a lo que de facto es una bajada de los tramos del IRPF. No comparto que se haga eso. En todo caso se puede contemplar como una medida muy temporal en rentas bajas, pero no soy partidario de esas fórmulas que buscan dar una batalla ideolígica a favor de bajar impuestos y al final sirve de atajo para no tocar los beneficios de las empresas. Lo que hace falta es subir los salarios y no buscar doping a cambio de dejar sin recursos al sector público.

Que lleguen los fondos europeos es vital. Van a mejorar los empleos del futuro

El coste energético ahoga a las fábricas de gran consumo. ¿Cómo debe abordar ese problema el sindicalismo?

Hay que aligerar la carga energética de las empresas, claro, en especial a las electrointensivas. Como sindicato no podemos acomodarnos a que la empresa pare, por eso primero debemos contribuir a evitar eso. Donde haya razones objetivas para hacerlo pues hay pactar medidas para salvaguardar el empleo.

En una situación tan delicada como esta, con inversiones y proyectos millonarios en juego en muchas grandes empresas a través de los fondos europeos, ¿debe imponerse el sentido de la responsabilidad? ¿Qué sensación le deja el conflicto de Mercedes?

Hay muchas variantes. Hay retos de coyuntura, de pelear por los salarios, y otros que tienen que ver con empresas que están en transformación donde el sindicalismo debe ser proactivo con ese proyecto a largo plazo. El convenio es mucho más que el salario. Una garantía de inversión a futuro que asegure la viabilidad de la empresa es algo muy importante y el trabajador claro que lo valora. Eso en CCOO lo tenemos claro. Si el acuerdo es bueno en toda su dimensión no nos encelamos por una décima de salario arriba o abajo.

Si se canalizan bien esos fondos europeos se pueden dar inversiones clave en ámbitos como la digitalización o la transición energética que van a mejorar los empleos del futuro. Por supuesto que es vital que lleguen esas inversiones. Estamos todo el día hablando de la guerra, de la inflación... parece que viene una hecatombe. Pero creo que la economía vasca y la española tienen bases sólidas, tarde o temprano todo esto pasará. 2022 si no llega a ser por la guerra de Ucrania hubiera sido un año muy bueno para la economía y para el empleo, no perdamos esa perspectiva.

El no del PNV a la reforma laboral fue una irresponsabilidad que puso en riesgo la legislatura

¿Está perdiendo Euskadi atractivo para las empresas en favor de territorios como Madrid?

Euskadi no es una isla. Hay dinámicas de concentración de sociedades que ocurren en todo el mundo. El dumping fiscal es una milonga que se vende para forzar una bajada general de impuestos y arruinar el estado social. Madrid no tiene necesidad de bajar impuestos para atraer inversiones. Es la capital de un país de más de 40 millones de habitantes, no tiene más misterio. Una empresa o una renta medianamente seria, como las que tiene que aspirar a localizar Euskadi, no deja de venir por pagar un poco más o un poco menos. Hay que asegurar el arraigo de la empresa al territorio y que las inversiones sean con proyección de mantener la actividad en lugar de capital especulativo.

final

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El propio lehendakari Iñigo Urkullu usó la expresión de dumping fiscal el año pasado tras una rebaja impositiva de Madrid. ¿Cómo están las relaciones entre CCOO y el PNV tras el desencuentro por la reforma laboral?

Siempre hemos tenido una relación normalizada con los grupos vascos. Sí expresamos un descontento enorme con la actitud que tuvieron tanto PNV como EH Bildu con aquella reforma, me pareció una irresponsabilidad enorme que puso en jaque la votación no solo de la reforma laboral, es que seguramente hubiera puesto en riesgo la legislatura cuando la extrema derecha estaba más álgida. Es la irresponsabilidad más grande que he visto. Aquello pasó y las relaciones se han reconducido como no puede ser de otra manera, las relaciones institucionales con el PNV están normalizadas.

Sin lastres políticos, es lógico que LAB vaya hacia un sindicalismo de clase y salga del marco de ELA

¿Influyó en ese rechazo el peso de ELA en Euskadi?

No lo sé, creo que el PNV se deja influenciar más bien poco. Sí es verdad que se fue a una posición de irresponsabilidad similar a la de ELA del cuanto peor mejor. El PNV estuvo negociando hasta esa misma mañana y al final se salió del mapa pensando que la votación salía. Todo el mundo toreó de salón hasta que se llevaron el susto con los tránsfugas de UPN y el error de Batet al anunciar el resultado, sus caras lo decían todo.

La negociación colectiva vuelve a configurar un bloque sindical posibilista en Euskadi con CCOO, UGT y LAB. Este último ha anunciado un regreso a ciertos órganos institucionales. ¿Qué expectativas genera este cambio?

Las diferencias entre LAB y ELA en negociación colectiva no son de ahora. LAB nunca ha compartido su modelo. En esa pulsión siempre juega un papel las necesidades del mundo político y hay que decir que el papel de EH Bildu en las instituciones está empezando a ser, incluso fuera de Euskadi, muy apreciado. Es un partido que se está conduciendo con seriedad. Ahí a LAB se le abre el margen para reforzar su posición sindical sin lastres políticos y es lógico que vaya hacia posiciones de sindicalismo de clase y salga del marco de ELA que pretende devaluar el convenio sectorial para negociar en la empresa. Claro, este recorrido casi siempre ha tenido una marcha atrás, entonces habrá que ir viendo.

Por último le pregunto por los despidos en Siemens Gamesa. ¿Se va a abordar esta cuestión con el Gobierno en Madrid?

Es otra pésima noticia para Euskadi. Ahí lleva las riendas la federación de Euskadi, que sabe que cuenta con el sindicato para intentar influir para que la decisión tenga las menores consecuencias posibles sobre la plantilla.