Isabel Díaz Ayuso, en la Conferencia de Presidentes
El Partido Popular del País Vasco ha caído en su propia trampa que le va a llevar tarde o temprano a una irrelevancia notable y que acabará llevando a sus votantes a refugiarse en el PNV como única opción liberal de centro y parece que ni los dirigentes populares vascos, ni desde luego Alberto Núñez Feijóo van a poder evitar.
Puede que esté haciendo una proyección aventurada, pero los datos que hay encima de la mesa sostienen mi predicción de futuro.
La polémica saltó la semana pasada al responder -a su manera-, la presidenta de la comunidad de Madrid a unas palabras del lehendakari en el Alderdi Eguna del PNV. En realidad, la polémica viene de lejos, desde una conferencia de presidentes en la que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, tuvo la descortesía de abandonar porque no le gustaba el idioma que estaba escuchando en boca del mayor representante institucional en Euskadi.
El gesto fue desagradable, descortés y falto de respeto con la institución del lehendakari en primer lugar y en segundo con el idioma que utilizan miles de personas en dos comunidades autónomas en el estado y en varios países del mundo.
Nada nos sorprendió, pero ya en aquella ocasión a los populares vascos se les planteó un dilema: callar ante el gesto de su compañera de Madrid, aguantar el aluvión de críticas o hacer una defensa de la institucionalidad vasca y del idioma que también es suyo. La crítica a Ayuso fue tan de boca pequeña que apenas se escuchó.
Y es que era evidente, que los populares vascos no estaban -ni están- en las claves estratégicas que les llevarían a criticar a Ayuso. Los populares vascos más que mostrarse con autonomía estratégica para tomar sus propias decisiones y adaptarse al contexto vasco, están actuado como la sucursal de una estrategia equivocada en España y un auténtico harakiri en Euskadi.
Cuando Javier De Andrés fue nombrado presidente de los populares vascos -en plena campaña autonómica- pareció caminar por la estrategia de ocupar el centro ideológico y representar una línea liberal conservadora tradicional.
Parecía querer volver a los principios de la democracia cristiana e incluso se veía una tendencia a recuperar el argumentario del patriotismo constitucional que los populares del estado han abandonado por la presión del nacionalismo español del que hace gala Vox.
La estrategia no era errónea. En un momento de crisis del PNV que apoya a Sánchez en Madrid, reclamar el espacio del centro podría hacer del PP vasco un refugio para algunos votantes.
Pero la estrategia parece haber acabado con esa campaña y la verdad es que no hay ni un solo dato que sostenga la nueva línea por la que caminan De Andrés y los suyos. La estrategia ahora parece ser ocupar el espacio que ya ocupa Vox en Euskadi.
Los temas de campaña, los discursos y el tono utilizado nos indica que la competencia de los populares hoy no es con el PNV o el PSE por ocupar el centro, sino con Vox por las posiciones del extremo derecho de la escala ideológica.
Según el último Sociómetro vasco de julio de 2025, los vascos que se auto ubican en posiciones de centro en la escala ideológica son el 46% del electorado. Lógicamente, no todos votan al PP vasco. La mayoría lo hacen al PNV e incluso algunos al PSE, pero hoy en día muchos no votan.
Por el contrario, los vascos que se ubican en posiciones de extrema derecha en la misma escala ideológica son solo el 4,8% del electorado. La conclusión es sencilla, en el mar de la ultraderecha en Euskadi no hay peces para pescar y más si tenemos en cuenta que el perfil del votante de ultraderecha es bastante joven, marcadamente machista y de clases sociales nada altas que ven a los populares como un partido conservador poco o nada joven.
El intento de ocupar espacios temáticos de la ultraderecha tampoco augura buenos resultados para los populares. Como ejemplo la campaña de posicionamiento del próximo candidato a la alcaldía de Vitoria Gasteiz de los populares, Iñaki García Calvo.
Una campaña de conocimiento no se puede construir en base a simplemente generar polémica sin conectar con el sentir de la ciudadanía y según el EITB FOCUS de Octubre de 2025 -el de ayer, vamos- no llega al 2% los alaveses preocupados por la ocupación. No sé porque en el PP no vieron la potencialidad de su candidato e intentaron impulsar un perfil más liberal.
En cualquier caso, para los populares vascos, el principal problema no es ni su estrategia electoral ni su estrategia comunicativa. El principal problema es el liderazgo marcado de Ayuso y que tapa a su líder estatal.
Las valoraciones de los líderes populares en Euskadi no es buena y como ejemplo tenemos las malas notas de Alberto Núñez Feijóo en la ya mencionada encuesta de EITB, quien no tiene ni siquiera buenas valoraciones ni entre sus votantes.
Los populares vascos pueden argumentar un sinfín de excusas y detalles técnicos de esas encuestas, pero ellos mismos saben que sus perspectivas no son buenas y que el hecho de que a las casas encuestadoras les cueste encontrar votantes del PP es en sí un problema.
