Andoni Ortuzar locuta, causa finita. Lo ha vuelto a hacer este fin de semana en el diario impreso de más tirada de Euskadi, entrevistado por la periodista de cabecera de este periódico para asuntos jeltzales. 

Se le ve bien, para qué negarlo. Satisfecho, contento, repartiendo a diestra y siniestra, generando titulares, como periodista que es, y esperando sentado el berrinche de los aludidos que solo ven rojo y acometen como miuras un trapo que ya no está ahí cuando llegan. Por eso el morlaco Pablo Iglesias se pasa de frenada y la ganadería con el hierro de Bildu apenas inquieta.

En mi caso, lo confieso, le leo divertido unas veces y pasmado otras. Me siguen fascinando las cualidades del personaje y de su partido. Una mezcla de teflón con las hechuras del tergal, la lisura de la terlenka y la estanqueidad de El Búfalo

Pase lo que pase, haga lo que haga, nada se le pega, no se arruga, y la lluvia fina -o gruesa- no cala. Quizá por eso, con esas cualidades sobrenaturales, me sorprende que recurra a la mentirijilla, el embuste o la inexactitud cuando quiere crear relato.

Yo creo que el presidente del PNV sabe que los periodistas y lectores vascos le aceptamos y que nos gusta como es. Que aquí no hay, ni falta que hace, fiscalía anticorrupción, ni verificadores de informaciones (fact checking). Que todo vale y todo se recoge sin repreguntas, sin comprobar y sin sacar los colores de ninguna manera. Por eso nos reta a ver si le contradecimos, si nos damos cuenta de la trola y nos atrevemos ponerla negro sobre blanco. 

Así que yo, como buen navarro que no soy -ya saben ustedes que para que un ciudadano del Viejo Reyno acometa algo imposible, difícil o insensato basta con anteceder a la petición la frase “a que no hay huevos de…”-, me lanzo a transcribir una parte de la entrevista a Ortuzar que sale a trola por frase. Y que sea lo que Jaungoikoa quiera.

Dice la periodista: “En marzo de 2015, tras la apertura de juicio oral (caso de Miguel), denunciaba usted el «deseo insano» de demostrar que en Euskadi hay corrupción. Con la sentencia firme en la mano, ¿lo mantiene?”

Contesta Ortuzar: “Sí, porque sigue existiendo ese deseo insano. No hay una sola línea, y fíjese que la sentencia es larga, en la que se vincule al PNV con la corrupción. Y resulta que éste es un problema del PNV. ¡No, hombre!...” 

Acota el autor del pestiño que está usted leyendo: ¡Sí, hombre! Claro que hay mención al PNV en la sentencia. De hecho, recuerda que los tres principales acusados, prevaliéndose de su capacidad de influencia política como miembros de la ejecutiva alavesa del PNV y de su compañerismo político con personalidades que ocupaban puestos de relevancia en la Administración autonómica y municipal, se concertaron para favorecer que determinados organismos de la Administración adjudicaran contratos de obras o de servicios a empresarios que estuvieran dispuestos a pagarles una comisión. Si Andoni Ortuzar no ve en esas afirmaciones un vínculo del PNV con el caso pues nada, a otra cosa. 

Continúa Ortuzar: “…Aquí ha habido sentencias de partidos con 'cajas B' y no hemos dicho ni mú. Esta sentencia juzga la actuación de equis personas que son del PNV, no lo escondemos. Pero hay una constatación de que el PNV no estaba detrás de esto”. 

Acota, nuevamente, el autor: ¿Qué en el PNV no se ha dicho nada de la caja B del PP? ¿Qué me estás contando? Si está la hemeroteca llena de titulares de jeltzales preocupados, pidiendo explicaciones, exigiendo claridad… Otra cosa es que en aquella época el PNV fuera parte de la mayoría de Rajoy hasta que, precisamente por la caja B, la Gurtel y la condena del PP, se sumó a la moción de censura. Y por si necesitan algo más concreto de cosas que ha dicho el PNV de la caja B y del PP:

 

Continúa Ortuzar: “En cuanto se supo (caso de Miguel), actuamos. No mandamos mensajes de 'sé fuerte'. Ha habido una sobreactuación enorme por parte de la oposición. De algunos que no han hecho el más mínimo reproche moral a que aquí se matara. ¿Qué otro partido ha sacado a su presidente y a su antiguo líder, ahora lehendakari, a pedir perdón? Yo puedo ir con la cara levantada y la frente muy alta por la calle.

Acota el autor: El caso de Miguel estalla para la opinión pública el 17 de marzo de 2010 con la detención de algunos de los implicados, elementos destacadísimos del PNV. Tardaron diez meses en devolver los carnets de afiliados, tras pactar la entrega con el partido. Tres meses más tarde, el 18 de junio de 2011, De Miguel comparece ante la comisión de investigación del Parlamento vasco, jaleado por decenas de militantes a la puerta del legislativo y por algunos burukides, Egibar entre ellos, dentro del mismo. Y muchas más cositas que paso de apuntar porque el espacio es finito y porque creo que queda acreditado que sí que hubo mensajes de “sé fuerte, Alfredo”.

Pregunta la periodista: “¿Por qué nunca han mencionado o dado las gracias a Ainhoa Alberdi, la denunciante que contribuyó a destapar la trama?”

Contesta Ortuzar: “A esta casa no ha venido nunca. No sé qué hubiera pasado si hubiera venido a decir 'me está pasando esto'. Solo sé de ella lo que ha salido en la Prensa, no le pongo cara”.

Acota el autor: En el párrafo anterior no hay una mentira que yo pueda probar. Es decir, yo no sé si Andoni Ortuzar conoce a Ainhoa Alberdi, ni si Ainhoa Alberdi ha ido a esa casa (supongo que se refiere a Sabin Etxea). Tampoco se lo que hubiera pasado si le hubiera contado (Ainhoa a Andoni) ‘me está pasando esto’. Si se hubiera encontrado una cabeza de caballo en la cama, o si Andoni hubiera acompañado a Ainhoa al juzgado más próximo tras escuchar la grabación de la extorsión. No lo sé. 

Lo que sí sé es que es una declaración gélida, despegada, cruel con la víctima, de nula empatía y que da la medida de lo que el PNV está dispuesto a hacer con los chivatos y traidores: la muerte civil

Lo que sí sé es que es una declaración gélida, despegada, cruel con la víctima, de nula empatía y que da la medida de lo que el PNV está dispuesto a hacer con los chivatos y traidores: la muerte civil. Mientras tanto, Alfredo de Miguel y los suyos amparados por los suyos. Trabajando con los suyos en sitios que pagamos los suyos y los nuestros, todos. Progresando laboralmente y con un aumento de sueldo de casi un 50%. De 39.000 euros al año a 57.000. 

Nueva pregunta: ¿Por qué no se despidió antes a Alfredo de Miguel de la sociedad pública en que aún trabaja si un informe (de dicha sociedad) abría la puerta?

Responde Ortuzar: Me sorprende cómo está evolucionando el periodismo porque es muy difícil concluir de ese informe que se le podía despedir. Porque también pone que eso se hubiera perdido en los tribunales. Vamos a ser serios.

Acota el autor: Ortuzar no dice verdad. Por un lado, el informe de HAZI dice, efectivamente, que Alfredo “Txitxo” de Miguel podía haber sido despedido una vez que hay sentencia de la Audiencia Provincial y sin esperar al recurso del Supremo. También dice el informe que el despedido tiene derecho a recurrir su despido y que cabe la posibilidad, como en todo juicio, de que gane. No es lo mismo, no es igual. Ni por el forro. 

Y para terminar última pregunta de la periodista: “¿Está teletrabajando aún (de Miguel)?”

Ortuzar: La sentencia no es firme hasta que no está comunicada.

Autor: ¡Con dos …! ¡Sujétame el cubata! ¡Eso es firmeza ante la corrupción!