Dos presos muertos en una misma semana, uno en la cárcel de Nanclares y otro en la prisión de Martutene. Lógicamente la nueva consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco, Nerea Melgosa, no es la responsable de ambos fallecimientos. Pero el departamento que dirige gestiona Prisiones. Y parece obvio que los protocolos de seguridad para prevenir los suicidios de los reos no han funcionado. Es urgente mejorar el funcionamiento de estas herramientas, para que no haya que contar más decesos en los centros penitenciarios de Euskadi.