La patronal vasca, tres semanas después del estallido de la guerra en Ucrania, salió por fin este viernes a expresar su preocupación por las derivadas económicas del conflicto bélico. Hasta entonces, su único movimiento había sido incluir el problema del absentismo en medio de una Mesa de Diálogo Social que buscaba soluciones para empresas y trabajadores precisamente a raíz de la crisis de Ucrania. Tres semanas después del estallido del conflicto y tras cinco días de huelga en el transporte con el Puerto de Bilbao colapsado, la patronal descubre que que la situación empeora "rápida y gravemente" y que puede llegar a un punto de no retorno. Una vez más, la organización que lidera Eduardo Zubiaurre pide la intervención inmediata de los precios energéticos y que el Gobierno central no espere hasta el día 29 para topar el precio máximo de la electricidad, que además, considera que sigue siendo excesivo. Ni una sola palabra para un Gobierno vasco que también ha decidido esperar hasta el 22 para anunciar medidas.