Osakidetza, la joya de la corona tocada, Gotzone Sagardui, su distante y glacial virreina ¿hundida? Chi lo sa? 

La catarata de ceses y dimisiones de Gipuzkoa se unen en el tiempo a la polémica y las protestas por el traslado de la unidad de Cirugía Cardiaca del Hospital de Basurto al de Cruces, en Bizkaia, y alteran el orden establecido en el virreinato de Osakidetza.

¿Cómo es posible que la comunidad autónoma que más invierte en Sanidad tenga a los médicos y a los pacientes tan cabreados?

¿Cómo es posible que la comunidad autónoma que más invierte en Sanidad tenga a los médicos y a los pacientes tan cabreados? ¿Qué la confianza en el sistema se vea cuestionada en el lander con las listas de espera más reducidas de todo España?

Datos oficiales. En Euskadi el Gobierno vasco invierte 2015 euros por habitante en Sanidad frente a la que menos, Madrid, con 1.284 euros. Los que más. La tasa de espera quirúrgica en Euskadi es de 64 días, la más reducida seguida por … ¡Madrid! con 65.

O bien Madrid es un ejemplo de eficiencia en la gestión y el gasto sanitario, o en Euskadi el dinero destinado a cuidar nuestra salud se escurre entre los dedos de los responsables designados por el PNV

Por su parte, la espera en Euskadi para obtener una cita en consultas externas  -ya saben, el especialista- es de solo 29 días en Euskadi. Madrid vuelve a ser segunda con 51. Es decir, Euskadi lidera el ranking sanitario en España y Madrid es medalla de plata, aunque gaste un 40% menos por habitante

O bien Madrid es un ejemplo de eficiencia en la gestión y el gasto sanitario, o en Euskadi el dinero destinado a cuidar nuestra salud se escurre entre los dedos de los responsables designados por el PNV.  

Madrid tiene a la Sanidad pública sublevada y puede ser el fin de Díaz Ayuso y del PP en la comunidad. Euskadi…. no. 

Si cuestiones como el presunto fraude en las oposiciones de Osakidetza, las presuntas comisiones de hasta el 30% en el caso Margüello o las vacunaciones irregulares, aunque presuntamente autorizadas, de responsables sanitarios nacionalistas durante la pandemia, no han rayado lo mas mínimo la imagen de excelente gestión que atesora el PNV, cabe esperar que esta pequeña rebelión se extinga por si sola y a otra cosa mariposa. A no ser que…

A no ser que la crisis adquiera un contexto territorial. Si Bildu es capaz de aprovechar el melón abierto por Adolfo Begiristain, uno de los subdirectores médicos dimitidos en esta crisis, el PNV puede echarse a temblar. Y es que a los vascos nos gustan los piques vecinales más que un tonto un lápiz.

Dice Begiristain que la consejera Gotzone Sagardui, obedeciendo a criterios políticos (del PNV) y de amiguismo, ha tomado la decisión de llevarse a Cruces el tratamiento de cáncer peritoneal, unos 25 casos al año. Este hecho, que no parece relevante desde el punto de vista de la cantidad, ha levantado las sospechas entre los dimitidos y cesados responsables sanitarios guipuzcoanos, de que sea solo la punta del iceberg de la centralización en Bizkaia de los servicios sanitarios de referencia y de los procedimientos más complejos en detrimento de los hospitales guipuzcoanos, como Onkologikoa, en Donostia.  

Explotar políticamente la rivalidad entre países, territorios, ciudades o pueblos,… es algo que se nos ha dado tradicionalmente muy bien por estos lares. Otra cosa es que puedan costarle al PNV la alcaldía de San Sebastián y Gipuzkoa. Así que ojo al dato. 

Vaticino, si la polémica no amaina rápido, que el fusible del PNV sea la propia Gotzone Sagardui. Una consejera quemada por la pandemia y por sus propios errores. No se olviden ustedes que antes de oír hablar de los centros de salud sin médicos en Madrid, aquí la consejera afirmaba que las vascas y los vascos tendríamos que ir acostumbrándonos a consultorios atendidos solo por servicios de enfermería e incluso cerrados por vacaciones. Como finalmente ocurrió en verano, con veinte de ellos atendidos solo por enfermeras.

Otra cosa. Me atrevería a decir que a mi no me han dado cita en el especialista en 29 días nunca. Pero seré la excepción. No voy a desconfiar de los datos.