En unos tiempos donde parece que todo es negativo para las empresas, la ingeniería vasca ha apostado, una vez más, por lo que mejor sabe hacer: innovar. Aun afectados por la crisis de suministros, la compañía de los Sendagorta han recibido de la Agencia Espacial Europea (ESA) un encargo realmente innovador: desarrollar un dron capaz de volar por Marte. Sener, que desarrollará el vehículo aéreo no tripulado de la manor de la madrileña Aerdron, volverá así al planeta rojo para surcar sus cielos por primera vez. Todo un ejemplo de lo que es capaz de hacer el empresariado vasco