Política

Azpiazu saca adelante los Presupuestos sin apoyo de la oposición por segunda vez en la legislatura

Lakua solo acepta 30 millones en enmiendas de la oposición y pierde la lucha por encontrar consensos más amplios en uno de los 'pactos de país' que Urkullu puso encima de la mesa a comienzos del curso político

23 diciembre, 2022 13:02

Sin apoyos externos por segunda vez en la legislatura y en un momento de calma tensa en el Parlamento -los partidos de la OSI Donostialdea, la reforma fiscal o la Ley de Educación se quedan para 2023-, el Gobierno vasco ha aprobado este viernes los Presupuestos autonómicos. Unas cuentas públicas que, pese al récord de gasto -merced, en parte, a la alta recaudación de las tres Haciendas forales y a los remanentes-, no han conseguido recabar apoyos entre la oposición. Las cifras del Ejecutivo no han reunido más respaldo que el de PNV y PSE en unas cuentas que no han estado exentas de negociación.

Tal y como apuntó este periódico al comienzo de la negociación el listón estaba alto... y así se desmostró en las concrecciones de una oposición que demandaba inversiones que demostrasen "compromiso" con el pacto educativo como pedía Elkarrekin Podemos, la batería de Bildu que iba desde mejora de la sanidad hasta pedir 100 millones más para Finkatuz o las exigencias de PP+Cs, también en clave educativa. Pero, de todas las peticiones, había una que aunaba el interés de toda la oposición: la fiscalidad.

En sentidos distintos, pero todos los partidos pidieron empezar a tocar la fiscalidad, pero Azpiazu ha dejado ese 'melón' para 2023. Será tras las elecciones forales cuando las Haciendas y el Ejecutivo, mediante el Órgano de Coordinación Tributaria (OCT), empiecen a tocar una fiscalidad que ya llegará con el modelo nacional y sus 'impuestos de solidaridad' ya definido y pactado con Euskadi. Pese a las diferencias, oposición y Gobierno se reunieron hasta en tres ocasiones, pero no fue posible el acuerdo con ninguno por mucho que PP y Ciudadanos -los populares fueron los socios del Ejecutivo para pactar la reforma fiscal- trataron incluso de estirar algo más la negociación una vez estaban fuera del diálogo Bildu y Podemos.

Finalmente no cuajó nada y las cuentas salen del Parlamento prácticamente intactas desde aquel 25 de octubre en el que fueron presentadas con 14.250 millones. Por el camino solo 30 millones aceptados en enmiendas de la oposición y los 12 millones insertados en las cuentas públicas para los descuentos del transporte público.

Luis Gordillo, portavoz de PP, pedía este jueves una mayor coordinación entre Gobierno central y gobiernos autonómicos para mejorar la gestión de los fondos europeros, fondos que aunque son de ayuda, explicaba, no son suficientes: "Un buen presupuesto debe incluir tabién inversiones. Aquí nuestra comunidad falla, no solo por incompetencia, también porque hay un fomento de la actividad económica ni se facilitan las condiciones para que esta actividad pueda florecer". Recalcaba también su oferta de diálogo para abordar cambios de cara al próximo año, aunque lamentaba que se haya perdido una "buena oportunidad" para realizarlos este año. Amaia Martínez, portavoz de Vox, iba más allá asegurando que las cuentas aprobadas "son irreales, ficticias y pensadas en claves estrictamente electoral. Cuentas que han sido sacadas adelante muy lejos de las necesidades reales de la sociedad".

Desde Podemos, Jon Hernández, justificaba el rechazo de los presupuestos en la educación y sanidad. "Están pensados en mantener una educación privada subvencionada, una sanidad pública sustentada en la temporalidad, y generar precariedad laboral", explicaba. Argumento que apoyaban desde EH Bildu. Su portavoz, Leire Pinedo, reprochaba al Gobierno Vasco la falta de ambición y novedad, e insisía en la falta de acuerdo al haber puesto como "líneas rojas" la negativa a abordar cambios en fiscalidad y reformas estructurales. "Nos han presentado más de lo mismo y no han sido capaces de sumar a nadie", criticaba. 

PSE-EE y PNV han sido los únicos grupos que han votado sí a estas cuentas y las han defendido. El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, recordaba al resto de grupos "el esfuerzo y muestra de voluntad del Gobierno" aceptando enmiendas del resto de grupos por un importe cercano a los 40 millones de euros y destinando tres de cada cuatro euros a políticas sociales. La socialista Sonia Pérez, por su parte, añadía que "estos presupuestos dan estabilidad política y económica a Euskadi" y subrayaba la incorporación de enmiendas de los grupos a una ley que "garantiza la sanidad y la educación pública y la protección social".

(Noticia en ampliación)