Política

Durango negociará con el Gobierno vasco un "polo comercial" en el suelo del soterramiento

El Gobierno vasco se muestra dispuesto a modificar un plan que preveía cinco torres de 18 plantas, pero no renunciará a los derechos urbanísticos de un suelo del que es propietario

22 marzo, 2021 05:00

El 8 de marzo de 2005 el exlehendakari Juan José Ibarretxe colocó la primera piedra del soterramiento del tren a su paso por Durango (Bizkaia). Fue calificado como el "proyecto del siglo" porque el Gobierno autonómico acometió la mayor inversión ferroviaria realizada jamás en un municipio vasco: 250 millones de euros (232 sin IVA) sufragados íntegramente por el Gobierno vasco para soterrar el tren. Eran tiempos de bonanza. El ladrillo cotizaba al alza y la 'Operación Durango' incluía un proyecto urbanístico en los suelos liberados que contemplaba cinco edificios de 18 plantas y un bloque de VPO para recuperar buena parte de lo invertido. La prestigiosa arquitecta Zaha Hadid, que acababa de convertirse en la primera mujer en ganar el Premio Pritzker, se encargaría del diseño de la sede de EuskoTren y de la nueva estación con un proyecto que llegó a formar parte, en 2006, de una exposición en el MoMA de Nueva York. Pero antes de que las obras de soterramiento concluyeran seis años más tarde, la burbuja inmobiliaria había estallado y el plan urbanístico quedó guardado en un cajón.

En 2019 el PNV fue relegado a la oposición en Durango. La coalición de EH Bildu y Elkarrekin Podemos sacó del gobierno municipal a un partido que venía gobernando ininterrumpidamente en el Ayuntamiento de la localidad desde 1979. Y una nueva forma de entender la política llegaba con ellos. El pasado domingo 14 de marzo impulsaron la primera consulta popular en el municipio. La pregunta: "¿Está a favor de paralizar el proyecto PERI 1 Ferrocarril y poner en marcha el estudio de una alternativa viable que cuente con un proceso de participación ciudadana?". La participación se quedó en el 28,57%  (de ellos, el 94,4% votó a favor de la paralización del proyecto urbanístico). El Ayuntamiento de Durango quiere ahora sentarse a hablar con el Gobierno vasco para que el proyecto inicial rebaje sus expectativas urbanísticas. "Nosotros entendemos que el soterramiento del tren no está vinculado jurídicamente al desarrollo urbanístico", explica a este diario el concejal de EH Bildu Aritz Bravo, partidario del "diálogo" con el Ejecutivo autonómico para escribir un nuevo guión en los suelos liberados por el soterramiento.

 

Proyecto original de cinco torres para los suelos liberados por el soterramiento del tren en Durango.

Proyecto original de cinco torres para los suelos liberados por el soterramiento del tren en Durango.

Nosotros entendemos que el soterramiento del tren no está vinculado jurídicamente al desarrollo urbanístico

"Lo primero que necesitamos en el Ayuntamiento es fijar el marco de retorno, es decir, saber cuánto dinero espera ingresar el Gobierno vasco de las plusvalías de los suelos liberados por el soterramiento", aclara Bravo, partidario de que se cubran "las necesidades" del municipio a partir de un proceso participativo. "Nos gustaría construir VPO y un polo de servicios a través del comercio" que genere dinamismo entre los municipios del duranguesado, avanza Bravo, contrario, como el resto del equipo de Gobierno, a un proyecto urbanístico "que responde a un boom inmobiliario de otra época". "Nosotros entendemos que en el proyecto definitivo debe participar la ciudadanía, negociando, como es lógico, con el Gobierno vasco porque es el propietario de los terrenos", señala el concejal de la izquierda abertzale.

"No renunciaremos a los derechos urbanísticos"

Las pretensiones municipales hay que situarlas, sin embargo, en el marco de sus propios deseos, pues como reconoce el concejal Bravo, el propietario de los terrenos liberados por el soterramiento del tren es el Gobierno vasco. "Nosotros no tenemos a fecha de hoy el dinero de retorno calculado, y por supuesto que nos sentaremos a hablar con el Ayuntamiento de Durango", avanzan fuentes de la Consejería de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes del Ejecutivo autonómico. El departamento liderado por el socialista Iñaki Arriola no tiene, a priori, inconvenientes en que el plan urbanístico inicial pueda ser modificado. "No tenemos problema en que no se construyan cinco torres de 18 plantas, pero está claro que somos dueños de unas parcelas con unos derechos urbanísticos a los que, evidentemente, no vamos a renunciar", explican estas mismas fuentes, que recuerdan que el soterramiento del tren a su paso por Durango fue pagado con el dinero de todos los vascos tras destinar el 23% del dinero invertido en toda Euskadi en la última década.

No tenemos problema en que no se construyan cinco torres de 18 plantas, pero somos dueños de unas parcelas con unos derechos urbanísticos a los que no vamos a renunciar

"Nuestra voluntad de diálogo para reestructurar el plan urbanístico es plena, pero siempre en base al PERI del propio Ayuntamiento de Durango", apunta el Gobierno autonómico, en referencia al Plan Especial de Reforma Interior número 1 del Ferrocarril de Durango, el documento municipal que fue aprobado definitivamente en 2006 (más abajo en PDF si desea consultarlo). Este documento municipal es el que marca la parcelación y cuantifica los aprovechamientos urbanísticos de estos suelos. Es decir, lo que puede y no hacerse en los terrenos liberados por el soterramiento en base a la propia normativa consistorial que fijó en su día el Gobierno local liderado por el PNV.