Política

Eusko Alkartasuna se revuelve dentro de EH Bildu

El sector crítico de la formación denuncia su disipación en la coalición soberanista

17 mayo, 2021 12:37

El último congreso de EH Bildu refleja la abrumadora supremacía de Sortu sobre el resto de los socios de la coalición. La lista de Arnaldo Otegi se impuso con absoluta superioridad logrando un respaldo de más del 88%. Su dominio en la dirección de la coalición está cada vez más consolidada en detrimento de las otras formaciones que en su día se adhirieron a la coalición soberanista.

Una de ellas, Aralar, ya no existe. Se disolvió en 2017 y sus militantes fueron invitados a integrarse directamente en EH Bildu. En cuanto a Alternatiba, solo Oskar Matute permanecerá en la dirección que encabeza Arnaldo Otegi. Por lo que respecta a Eusko Alkartasuna, la única representante en la dirección será Eba Blanco, actual secretaria general en funciones del partido.

Una situación que ha contrariado al sector crítico de esta formación, encabezado por Maiorga Ramirez, principal rival de Eba Blanco en la pugna por la dirección de EA  y apoyado por el que fuera fundador del partido y ex lehendakari Carlos Garaikotetxea. Según el manifiesto hecho público este domingo, se denuncia que la "fagotización " que está realizando Sortu de EH Bildu resulta negativa tanto para Eusko Alkartasuna, como para la propia coalición, que se está viendo "reducida a los condicionamientos de una izquierda abertzale histórica, condicionada por su pasado y su radicalismo ideológico".

Ante esta situación, y con críticas de "entreguismo" de la actual dirección de EA ante EH Bildu, unos 600 afiliados reiteran su demanda de que Eusko Alkartasuna celebre un congreso "con la finalidad de revertir esta situación". No pretenden, aseguran, romper con EH Bildu aunque sí recuperar el protagonismo perdido. A su juicio, se deben establecer "compromisos programáticos acordados para cada elección" y garantizar la "libertad e independencia" de cada formación en cuestiones no acordadas para cada elección.

Una pelea de doble dirección. Por un lado, para recuperar protagonismo como partido diferenciado dentro de la coalición EH Bildu y, por otro, para reiterar sus discrepancias con la actual dirección de EA.