Política

Los partidos vascos difieren sobre la 'ley trans' que enfrenta a PSOE y Podemos

En este clima de desencuentro, PSOE y Podemos deben acercar posturas para perfilar una norma que evite situar en el campo de la enfermedad a las personas transexuales

9 marzo, 2021 05:00

El borrador de la 'ley trans' que ha redactado el Ministerio de Igualdad ha generado una intensa polémica. Los socios de Gobierno deberán acercar posturas si desean sacar adelante un texto de consenso. El ministerio que dirige Irene Montero no tiene pensado, de momento, dar marcha atrás en el contenido de uno de sus proyectos estrella, que prevé la autodeterminación de género sin más condición que la voluntad expresa de la persona, un planteamiento que no convence al PSOE, que exige "seguridad jurídica" a su socio antes de presentar un proyecto de ley. En este clima de aparente desencuentro, socialistas y morados deberán acercar posturas para perfilar una norma que, de una vez por todas, evite tratar la transexualidad como una enfermedad. Mientras el borrador de ley coge forma, los partidos nacionalistas vascos tratan de definir su posición ante una hipotética votación futura en el Congreso de los Diputados. El PNV no ha fijado todavía su postura a la espera de que la norma sea redactada definitivamente, mientras que EH Bildu no ve con malos ojos el borrador de Unidas Podemos, pues aunque "tiene cosas por corregir", entiende que "la despatologización" que contempla esta ley supondría "grandes avances" para la comunidad transexual.

El PSOE tiene reservas sobre la futura 'Ley Trans' que está diseñando Igualdad. Se trata de una de las tres normas en torno a la diversidad y la garantía de derechos de los colectivos más vulnerados, junto a la Ley de Igualdad o Trato (más conocida como Ley Zerolo) y la Ley LGTBI, que incluye el acuerdo de coalición entre socialistas y Unidas Podemos. La 'Trans' es la ley que más polémica ha generado, después de que se haya articulado en torno al principio de la autodeterminación de género. En junio de 2020 el PSOE ya advertía, entre sus secretarios de organización autonómicos, provinciales y municipales, de "una polémica creciente respecto a la utilización y la confusión, en ocasiones interesada, de algunos conceptos fundamentales en el feminismo, como son el sexo y el género". "Hay teorías (concretamente la Teoría Queer) que van ganando terreno en el mundo académico y activista, y que niegan la existencia del sexo biológico, por lo que desdibujan y difuminan la realidad de las mujeres. Si se niega el sexo, se niega la desigualdad que se mide y se construye en base a este hecho biológico”, señalaba el escrito. En definitiva, que la ley propuesta por Irene Montero no tendría tanto que ver con la transexualidad, según el PSOE, como con un intento de introducir en el marco jurídico español el borrado del sexo como categoría jurídica.

Desde el PP ya han avanzado que no consideran necesario este proyecto del Gobierno. Mientras tanto, en Ciudadanos, que registró su propia 'ley Trans' el pasado mes de noviembre, reclaman evitar "inseguridad" a las personas transexuales y antes de entrar en el fondo de la ley, solicitan un acuerdo previo entre los socios de la coalición. En una línea de pedir un acuerdo previo entre socios se encuentra también el PNV, formación que desea ver la redacción definitiva del proyecto de Ley antes de pronunciarse públicamente, según han explicado este lunes fuentes de la formación jeltzale. Quienes más cerca se encuentran de los postulados que defiende el borrador de Unidas Podemos es EH Bildu, que comparten "todas las medidas" que se adopten en favor de garantizar los derechos de las personas transexuales y en mejorar sus vidas. Fuentes de la izquierda abertzale en el Congreso de los Diputados han señalado a este diario que el borrador de ley redactado por Podemos "tiene cosas por corregir", pero entiende que una ley de este tipo es "fundamental" para eliminar la "patologización actual", pues "todavía hay derechos y obligaciones sin cumplir para estas personas".

Un punto de encuentro

PSOE y Unidas Podemos deben encontrarse en un lugar común entre la falta de garantías jurídicas que denuncian los unos, y la patologización de las personas transexuales que critican los otros. Todo hace indicar que el punto de encuentro se situaría en articular un mecanismo que acreditara el cambio de sexo resgistral, sin que se atente contra la dignidad de las personas. La clave puede estar fuera de España, en otros países con experiencia acreditada en legislar sobre las personas transexuales. Fórmulas que aporten seguridad jurídica, como un aval de los tribunales, un informe psicológico o la acreditación de que la persona transexual ya socializa con el género que siente. Algunos países europeos, como Alemania, ya prevén este último aspecto como requisito: que la persona haya socializado con el género sentido y pueda demostrarlo, en su entorno familiar, laboral o en sus relaciones interpersonales. En el país germano, la persona transexual interesada debe tener la convicción de ser trans y haber vivido de acuerdo con dicha identidad durante al menos tres años, considerando como altamente probable que esa situación no cambiará.