El Gobierno vasco, PNV y EH Bildu arremeten contra el Tribunal Constitucional y el PP

Primeras reacciones en el ámbito de la política vasca a la decisión del Tribunal Constitucional de frenar la reforma judicial que permitiría a Sánchez la renovación del mismo. Así, por una mayoría de seis a cinco los magistrados decidían la noche del pasado lunes rechazar las enmiendas presentadas por el Gobierno para reformar el CGPJ y el TC, bloqueando así el proceso de sustitución.

El portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, ha asegurado que esta situación "delicada" refleja una realidad "preocupante de inestabiidad política". "Estamos viendo las expresiones más claras de lo que está siendo la politización de la justicia. Decisiones como estas cuestionan gravemente el escenario de una gobernanza democrática", ha explicado.

Ha admitido que el Ejecutivo vasco ve "con preocupación como un partido se niega a asumir una mayoria parlamentaria e impide la renovación de órganos institucionales". Todo esto, bajo su punto de vista, se está produciendo en un escenario de confrontación partidista "muy duro" y generando un clima que es "grave y preocupante"; clima que según el portavoz del Gobierno "se va a exceder todo el año que viene". "Este no es un escenario adecuado para la adopción de medidas como las que se tienen que tomar, ya que existe un riesgo grave de que la política sea percibida, una vez más, cómo un instrumento que no es capaz de resolver los problemas de la ciudadania". 

El responsable de Innovación Política, también del PNV, Xabier Barandiaran, en una entrevista para Radio Euskadi ha calificado este movimiento como "una injerencia inaceptable en un procedimiento parlamentario” aunque ha insistido en que cree que la “única vía correcta es acatar lo que dice la justicia”. Denuncia que esta decisión responde a la intención del PP de "coger un atajo que en democracia no debe existir" y ha insistido en que, a su juicio, una reforma de ese alcance "solo se puede abordar desde el consenso, el diálogo y el acuerdo, y no desde la confrontación". 

Por su parte, desde EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha calificado este movimiento de “gravísimo”. “Es un golpe judicial contra la representación legítima y democrática emanada de las urnas”, ha insistido en el Congreso. “Un tribunal caducado ha evitado que se pueda renovar uno nuevo”, y esto, ha explicado, “Es un auténtico escándalo”.

“La derecha política y judicial ha decidido utilizar sin límite la judicatura para anular los votos de la ciudadanía en unas elecciones”, ha cargado, “con esta decisión la derecha y extrema derecha se sitúan fuera de los parámetros democráticos, de la democracia, del respeto mínimo a la misma y del respeto a los resultados democráticos de unas elecciones”, ha asegurado Aizpurua.