Sociedad

Ana Aizpiri y otras 15 "víctimas educadoras" acercan el terrorismo de ETA a las aulas

Un proyecto audiovisual impulsado por la Fundación Fernando Buesa y por el Centro Memorial agrupa los testimonios de 16 víctimas del terrorismo con el objetivo de prevenir la radicalización y la violencia entre los más pequeños

18 febrero, 2023 05:00

Sebastian Aizpiri Leyaristi tenía 39 años cuando fue asesinado por ETA en Eibar el 25 de mayo de 1988 de camino al restaurante del que era propietario. Al que su hermana Ana, 13 años más joven que él, califica de “su referente” le había costado años, esfuerzo y capital de sus padres poder abrir ese local. Negocio que le impulsó también a organizar unas jornadas gastronómicas llamadas ‘De Baiona a Baiona’, cita anual que agrupaba a numerosos representantes de las cocinas de toda la cornisa cantábrica y que dieron a conocer al empresario, natural de Elgoibar.  

El miércoles 25 de mayo de 1988 por la tarde, Sebastián condujo de Elgoibar a Eibar para atender su restaurante. Ya por aquellas fechas el joven estaba inmerso en una campaña de rumores contra él. “Aparcó en las inmediaciones del hotel Arrate, como lo hacía siempre, porque el restaurante estaba muy cerca. Dos chicos jóvenes, más o menos de mi edad lo estaban esperando, se pusieron detrás de él y lo dispararon; lo dejaron ahí muerto”, relata su hermana Ana. Fue ella quien, cuando la policía llamó a casa para comunicar lo sucedido, cogió el teléfono. “No me lo podía creer. Pensé que era una broma de mal gusto. No entraba en mi cabeza que a mi hermano lo hubiesen matado de esa manera. Él era una persona indefensa que estaba siguiendo su rutina habitual”, añade. 

Admite que este hecho, además de cambiarle la vida por completo, le hizo abrir los ojos y entender “que eso que le habían hecho a mi hermano, se lo habían hecho ya a centenares de personas inocentes. Tratas de explicártelo, pero todo te parece un absurdo, no entiendes cómo puede ser eso de matar a gente tan fácilmente”.

Víctimas del terrorismo que participan en el proyecto./Fundación Fernando Buesa

Víctimas del terrorismo que participan en el proyecto./Fundación Fernando Buesa

16 víctimas educadoras

El testimonio de Ana es ahora uno de los 16 que agrupa un proyecto audiovisual para escolares, presentado por la Fundación Fernando Buesa y el Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, que tiene como objetivo la prevención de la radicalización y la deslegitimación de la violencia en la política. “No quería dejar pasar la oportunidad de decirles a esos jóvenes que lleguen a escuchar mi testimonio que la idea del nacionalismo vasco que algunos han creado tan ideal, por la que pugnaban por un Euskadi independiente, socialista, euskaldún… Es la idea que utilizaron como excusa y motor quienes participaron en ETA, y por la que despreciaron la vida de más de 850 personas. Esto es inadmisible, asqueroso y va contra todos los derechos humanos”.

Su objetivo participando en este proyecto es dar visibilidad en las aulas a lo que pasó, recordarlo para que no caiga en el olvido: “Puedes intentar no pensar en lo que pasó hace poco años en Euskadi y seguir hacia delante pero no creo que eso dé ningún fruto. No existe la posibilidad de fruto si no se piensa en lo que hicieron unos vascos a otros vascos en nombre de unas ideas políticas”. No se puede utilizar la pena capital, el asesinato, en nombre de ningún objetivo polítco.

Desde 2002, unos 100.000 alumnos han recibido en sus aulas una visita de una víctima del terrorismo educadora. Esta es una cifra notable, “pero tenemos que ser conscientes de que es una pequeña parte del total del alumnado”, asegura Raúl López, responsable del área de Educación del Memorial. Y así nace este proyecto, con las víctimas como protagonistas de cada relato. Entre los 16 testimonios hay víctimas de ETA, pero también del yihadismo, de los GAL o de los GRAPO, y estos están disponibles en castellano, euskera y francés. 

16 personas que se han ofrecido a título individual a relatar su experiencia personal para recordar a los más pequeños el enorme impacto que el terrorismo tuvo en España durante 50 años y, por tanto, combatir la desmemoria; pero también para deslegitimar la violencia desde temprana edad, ya que, según una encuesta del Deustobarómetro, uno de cada cinco niños cree que la violencia está justificada en algunos ámbitos cotidianos… “Por eso miramos al pasado pero con una clara vocación de construir la convivencia en el presente, lo que tiene una proyección hacia el futuro”, concluye Raúl López.