Sociedad

La Diputación vizcaína detecta fallos medioambientales en el polémico plan urbanístico de Mungia

El plan Larrabizker suma un nuevo revés después de que la Diputación detecte tres ilegalidades más en el proyecto, que ya tiene tres frentes judiciales abiertos

28 noviembre, 2022 05:00

Un informe del área de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación de Bizkaia ha detectado importantes ilegalidades medioambientales y problemas de inundabilidad en una veintena de parcelas del polémico plan urbanístico de Larrabizker en el municipio de Mungia. Tres técnicos señalan que hay daños a una especie protegida como el visón europeo, la ejecución de un vertido al río sin autorización o la existencia de zonas inundables en una superfice total de 2,4 hectáreas. Por ello, advierten que el "promotor deberá obtener la autorización previa del Departamento de Sostenibilidad" de la Diputación vizcaína para seguir con el proyecto.

El Ayuntamiento de Mungia viene exigiendo cargas urbanísticas millonarias a medio centenar de vecinos por el plan Larrabizker, que contempla la construcción de casi 500 viviendas. Les pide ya 2,5 millones por los gastos de la urbanización a los residentes de una zona urbana. El asunto de fondo es que los vecinos defienden que sus viviendas están en un área ya catalogada desde hace 26 años como urbana (lo que les exime de cargas urbanísticas), frente al Ayuntamiento y los promotores de una nueva urbanización en los terrenos de al lado, que sostienen que deben pagar por las nuevas cargas.

Además, recientemente el Ayuntamiento de Mungia ha obviado la sentencia de un juez y ha vuelto a subir las cargas urbanísticas a medio centenar de vecinos. El Consistorio ha elevado los costes en casi 450.000 euros, por lo que ya sumarán 2,5 millones, debido a lo que denomina "circunstancias fácticas". La decisión, plasmado en un decreto de alcaldía del pasado octubre, supone que estos vecinos tengan que pagar el 23,45% del total de costes y pasa por alto la sentencia de un juzgado de Bilbao, que dictaminó en mayo pasado que solo debían abonar un 11,50%.

Este caso tiene abiertos tres frentes judiciales: el fallo sobre la legalidad del proyecto de urbanización, que fue declarado ilegal por juzgado de lo contencioso administrativo 5 de Bilbao -el que fijaba las tasas en el 11%- y, tras ser recurrido, debe posicionarse el Tribunal Superior vasco; el cobro de tasas que el consistorio incrementó sin ninguna justificación y una instrucción judicial sobre cuatro parcelas concretas.

La polémica del plan de Larrabizker reside en que  los costes urbanísticos suponen una media de 42.000 euros por vecino, aunque en nueve casos se exigen pagos de 50.000 euros e incluso a alguno de ellos la cantidad se eleva a 112.000 euros.

Es una zona de casi 12 hectáreas de caseríos y chalés, en la que se empezó a edificar en los años 70. En los 80, el ayuntamiento ya clasificó estos suelos como urbanizables en las normas subsidiarias y la Diputación de Bizkaia publicó en el Boletín Oficial del territorio de 1996 la reclasificación del área como urbana, una catalogación que exime a ese suelo del pago por cargas urbanísticas.

Pero el Ayuntamiento de Mungia acometió en 2009 una modificación de las normas subsidiarias que afectan al barrio, que se publicó en el Boletín Oficial del 9 de abril de ese año. Aquí aparece una de las irregularidades, ya que en esa publicación no se hacía referencia alguna a ninguna carga urbanística. El hecho es que ya estaba diseñando una nueva urbanización en un suelo adyacente (otras 24 hectáreas, con 437 viviendas) con la idea de que, al ser urbanizable, los costes urbanísticos se repartieran entre la nueva superficie y la de las 59 parcelas de las edificaciones ya existentes.

La publicación incompleta de esa modificación se mantuvo inalterable durante cuatro años. En 2013, en el Boletín Oficial de Bizkaia del 8 de marzo, aparece un apartado de cargas de urbanización, en el que se fija el pago del 11,50 de los costes, un dato que no estaba por ningún lado en 2009. El 88,50% sería abonado por la nueva urbanización. Pero esa cantidad se incrementó hasta un porcentaje del 19,14%, con lo que los 1,5 millones de cargas que aparecían en el proyecto inicial subían hasta los 2,1 millones, incluidos los gastos generales y el IVA.

Los vecinos llevaron a los tribunales estas irregularidades. En marzo, el juzgado de lo contencioso administrativo 5 de Bilbao ordenó que siguiera la investigación sobre los polémicos cobros.  Y en septiembre del pasado año, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco adoptaba idéntica decisión sobre cuatro parcelas concretas.

El tercer frente judicial empezó a aclararse en mayo. El juzgado 5 de lo contencioso, en un fallo dictado el 6 de mayo, declaró nulo el proyecto de urbanización de Larrabizker. Argumentó que el incremento del cobro de las cargas (del 11% a casi un 20%) incumple las propias normas urbanística del municipio de Mungia. A ello añadía que el proyecto de urbanización carece del preceptivo trámite de información pública, una ausencia que es criticada duramente en el fallo.

Pese a esta sentencia, el Ayuntamiento no tramitó la elaboración de un nuevo proyecto de urbanización sino que ha procedido a una modificación. En el documento, plasmado en un decreto de alcaldía del pasado 5 de octubre, el Consistorio no solo rebaja las cargas del 19 al 11% como exigía la sentencia judicial, sino que las incrementa al 23,45%. Argumenta que se debe a “circunstancias fácticas surgidas con motivo de la ejecución de las obras y soluciones técnicas requeridas para su realización”. Sin embargo, estos sobrecostes no se aplican a las obras del resto del proyecto, las 24 hectáreas de la nueva urbanización, que mantiene inalterables sus gastos y ve así reducida su carga total del 80% al 76%.

Ahora se han conocido nuevas irregularidades a través de un informe de la Diputación vizcaína. El documento, suscrito el pasado 5 de julio por un jefe de sección, un jefe de servicio y un ingeniero del área foral de Sostenibilidad y Medio Natural, concluye que una veintena de parcelas, que ocupan 2,4 hectáreas, de "la urbanización que ocupa dicha franja recurrentemente inundable no es autorizable y no debe ser alterada o artificializada bajo ningún concepto".

El informe señala que "deberán en todo momento respetar el Área de interés especial del visón europeo coincidente con franja de servidumbre del dominio público hidráulico del arroyo Artxingo". Además, agrega que existe un punto de vertido de pluviales que "presenta un vertido constante de fecales que no puede ser autorizado y que debe ser anulado con urgencia".