Sociedad

Las Escuela de Cine del País Vasco cuestiona el galardón a Johnny Depp: "No es el momento"

En pleno proceso judicial, la entrega del Premio Donostia al actor de 'Piratas del Caribe' reabre el debate entre la trayectoria profesional y vida personal del artista

13 agosto, 2021 05:30

La Escuela de Cine del País Vasco, institución cinematográfica de referencia en Euskadi con una veintena de empresas y asociaciones colaboradoras, cuestiona la entrega del Premio Donostia a Johnny Depp, en pleno proceso judicial tras las acusaciones de maltrato por parte de su exmujer, y un momento "crítico" que no favorece la aceptación de gran parte del sector. La decisión del Festival de San Sebastián sitúa a la celebridad estadounidense en el centro del debate sobre la moralidad a la hora valorar una obra sin tener en cuenta la vida del propio artista, cuya contribución cultural no es un salvoconducto ante la ley ni, a los ojos de muchos, debería suponer un reconocimiento oficial sin tener en cuenta sus circunstancias o el contexto que las rodea. 

En este caso, la elección va precedida de la supresión de la distinción de género en el premio a la actuación y su sustitución por las Conchas de Plata a la mejor interpretación protagonista y de reparto que "invisibiliza" el papel de la mujer en el cine, por lo que la escuela considera que, por sendos motivos, "no es el momento" para premiar la carrera profesional del actor, si bien no duda de su mérito artístico o trayectoria. Según explica Diego Kataryniuk, cofundador de la escuela, "que tras la polémica supresión del premio a mejor actriz y mejor actor se otorgue el premio honorífico a una persona juzgada por malos tratos, no deja en buen lugar al Festival". "En la escuela contamos con un 67% de mujeres, muchas de ellas se han manifestado en contra, también somos colaboradores de CIMA y entendemos y apoyamos sus declaraciones". 

El actual jefe de estudios alude, por otro lado, a la profesionalidad del jurado que, asegura, "ha tomado una decisión premeditada" para la que "tiene sus motivos". "Es una tesitura compleja", afirma, en la que intervienen factores como la justicia, ante la que la responsabilidad de un órgano internacional  resulta ineludible de cara a generar un espacio y proyección sobre el artista, a su vez, expuesto a la llamada 'cultura de la cancelación', consecuencia de una imagen pública negativa que además del rechazo social 'salpica' la carrera profesional como la de Depp, que abandonaba la saga 'Animales fantásticos' tras perder un caso por difamación. "En un mundo globalizado nos encontramos con que se juzga a un personaje público incluso antes de un juicio. Aún saliendo inocente o retirándose acusaciones, esa persona queda señalada socialmente". Llegados a este punto, Kataryniuk sitúa el debate en la socialización de estos procesos y cómo dejan huella en la carrera de un profesional o, por contra, ayuda a visibilizar hechos y comportamientos hasta ahora prófugos de la justicia y el conocimiento social.

Tal y como relata, en la industria cinematográfica el encubrimiento se ha dilatado en el tiempo en torno a personalidades idealizadas que resultaron finalmente criminales ante la justicia, si bien también se ha "criminalizado" a otras tantas sin un seguimiento real de sus actos más allá de su trayectoria cinematográfica. En los últimos años, los saltos culturales que pasan tanto por el impacto del coronavirus como la necesidad de representación de colectivos invisibilizados y la apuesta por la paridad tensionan cada vez más la percepción de ciertos artistas cuyos actos ensombrecen el reconocimiento a su aportación en mundo cultural, su construcción y su futuro. 

Por su parte, el director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, ya manifestó que las razones por las que se ha concedido al actor estadounidense Johnny Depp el Premio Donostia de la 69 edición "están en su filmografía" y "la función de un festival de cine no es juzgar las conductas de los miembros de la industria cinematográfica", aseguraba tras las críticas de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA), cuya presidenta, Cristina Andreu, se ha referido lo inoportuno de premiar a un actor inmerso en plena batalla judicial tras haber sido acusado de malos tratos.