Sociedad

Familiares de usuarios de residencias piden acabar con el aislamiento que padecen sus mayores

Reclaman que se flexibilice el protocolo una vez finalizada la emergencia sanitaria

15 febrero, 2022 12:08

Los familiares de usuarios de residencias de mayores reclaman flexibilizar los protocolos de aislamiento vigentes en los centros sociosanitaros. La portavoz de Babestu, Charo Marquínez, señala a 'Crónica Vasca' que las condiciones de los mayores en las residencias vascas, tanto públicas como privadas, son "mucho más restrictivas" que las medidas que rigen al resto de ciudadanos, tras el fin de la emergencia sanitaria.

Así, expone que cuando un residente vacunado es contacto estrecho de un positivo se le aplica un "aislamiento preventivo", cuando al resto de ciudadanos vacunados puede hacer vida normal atendiendo a posibles síntomas. "Ya sabemos que es un colectivo vulnerable, pero no puede ser que se pasen cada mes un montón de días en aislamiento". "No morirán de covid, pero van a matarlos de pena". 

Marquínez explica que la situación varía mucho de unas residencias a otras, pero que, en muchos centros, "la falta de personal sociosanitario" redunda en la calidad de la atención del usuario aislado. "En algunas residencias les juntan por grupos, pero en otras, se quedan encerrados en sus habitaciones, solos y durante muchas horas".

Un aislamiento que provoca un avance en el deterioro cognitivo de estas personas al no fomentar su movilidad y acrecienta su sensación de abandono y soledad. En este punto, reclaman que los familiares puedan visitarles en sus propias habitaciones. "Hay mayores con gran pérdida cognitiva que no pueden comunicarse por teléfono con sus familias y lo que necesitan es contacto, que nos vean y nos podamos tocar".

Preservar la calidad de los mayores al final de su vida

Los familiares son conscientes que a sus mayores "les va a llegar la muerte antes o después" y, por ello, reclaman que tengan una calidad de vida que el aislamiento les quita. "Hay muchas personas que están delicadas y a las instituciones solo les preocupa que no mueran de covid cuando están falleciendo en soledad, sin contacto de sus familiares y de pena". Babestu reprocha que, aunque se vayan variando los protocolos, la situación de aislamiento produce que las condiciones de los mayores sigan "exactamente igual" que al principio de la pandemia.

Aislamientos que se producen también por ser contactos estrechos, cuando, por ejemplo, "una trabajadora da positivo y se aísla a todos los mayores que han tenido contacto con ella sin ni siquiera tener síntomas" "En la mayoría de los casos, los usuarios no entienden por qué tienen que estar aislados y les causa una gran frustración y deterioro mental".

Martínez reclama que "se asuma el riesgo de que puedan pillar el coronavirus" y puedan recuperar el contacto social y familiar para "no dejar que se mueran solos". Además, indica que, aunque, a priori el protocolo es el mismo para todos los centros, hay residencias que solo permiten dos día de visitas semanales o los familiares no pueden acceder a las habitaciones de los usuarios y tan solo verles en los patios de los centros o en la calle.

Divididos por cohortes

Este lunes se ha actualizado el protocolo de las residencias vascas, aunque no ofrece apenas novedades respecto a otros pasados. Tan solo se elimina la necesidad de presentar el pasaporte covid a las visitas en el interior del centro y modifica ligeramente algún aspecto de la diferenciación por cohortes en las que se divide a los usuarios, en función de la positividad por coronavirus.

Fuentes de la Diputación alavesa explican a 'Crónica Vasca' que, desde octubre, no hay limitación en cuanto al número de salidas ni de visitas, pero que Osakidetza revisa las restricciones para conformar los grupos de aislamiento, las cohortes, en función de la infección por el virus.

Así, si el centro dispone del espacio necesario, se dividen a los mayores en cuatro ámbitos: personas sin síntomas y sin contactos estrechos; personas sin covid, pero en cuarentena preventiva por contacto estrecho en aislamiento durante 7 días; usuarios con síntomas en espera de realizarles la prueba PCR y casos confirmados que se les aísla hasta 10 días con control posterior de sus síntomas.