Urkullu revisará las restricciones y el pasaporte covid el viernes en el LABI

El LABI institucional que preside el lehendakari, Iñigo Urkullu, se reunirá este viernes para analizar la situación epidemiológica y decidir si mantiene o no las actuales medidas sanitarias, cuya vigencia expira el 28 de enero. La consejera de Salud, Gotzone Sagardui,  ya adelantó ayer la inminente reunión, sin anunciar día concreto, al señalar que antes de la cita del LABI la comisión científico técnica, que hace un seguimiento diario y analiza la evolución de la pandemia en Euskadi, emitirá un informe en este sentido para elevar una propuesta al lehendakari.

Urkullu ha decidido realizar el encuentro del consejo asesor del Plan de Protección Civil, en el que están representadas todas las instituciones, este viernes, último día en vigor de las actuales medidas restrictivas.

La última reunión del LABI tuvo lugar el pasado 28 de diciembre y en ella se acordó el cierre de la hostelería a la 01:00 de la madrugada. Además, se fijó un aforo general al 60 % en los locales, con grupos de 10 personas como máximo y se recuperó la prohibición del consumo en barra. Estas medidas entraron en vigor el pasado 29 de diciembre con una vigencia temporal hasta este viernes 28 de enero.

El LABI debe decidir también si mantiene en vigor o pide ampliar el periodo de exigencia del pasaporte covid, cuya vigencia finaliza también el próximo lunes 31 de enero. En función de la decisión que se tome en su seno, el Gobierno vasco tendrá que solicitar la ampliación al Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), que es quien debe otorgar el permiso.

A preguntas de los periodistas en Bilbao, Urkulluse ha referido a la retirada de la exigencia del pasaporte covid en algunas autonomías como la vecina Cantabria y ha recordado que otras lo mantienen, al igual que hay países que lo exigen "de manera obligatoria". En Euskadi "estamos analizando todas las circunstancias que están en torno a la certificación covid", ha agregado.

Sobre la nueva recomendación efectuada por Sanidad para retrasar la tercera vacuna cinco meses tras pasar el coronavirus, Urkullu ha señalado que "hay un ejercicio permanente de acierto error, de prueba error". "Son criterios que quienes saben de estas cuestiones tienen que valorar. No tengo nada que decir. Son los responsables que supuestamente entienden de estas cuestiones quienes adaptan estos criterios y los demás los tenemos que seguir", ha concluido.