Qué ver en Bilbao: cinco paradas obligatorias

Si por algo destaca Bilbao es por ser una ciudad pequeña pero llena de vida e innumerables lugares dignos de visitar. Su oferta cultural y gastronómica hacen que la capital de Bizkaia sea una de esas ciudades que todos deberían visitar al menos una vez en la vida. 

Su pasado más industrial y gris han dado paso a todo un referente para el turismo tanto nacional como internacional. En las últimas décadas Bilbao ha vivido una transformación integral que la ha convertido en una ciudad cosmopolita y vanguardista. Y si por algo destaca Bilbao es por ser una ciudad pequeña que se puede recorrer caminando. Sin embargo, está adaptada para todo tipo de públicos y también ofrece tranvía, metro, bus y tren para quienes lo prefieran. 

El famoso Museo Guggenheim, los puentes que conectan la ría, el Casco Viejo, el mirador de Artxanda y los bares de pintxos son algunos de los lugares que convierten a Bilbao en una de las ciudades más especiales de la geografía española, y estos son los cinco lugares de la villa de visita obligatoria:

Bilbao.

Museo Guggenheim

Sin duda uno de los iconos de la ciudad. Construido por el famoso arquitecto Frank Gehry en 1997, es una de las paradas obligatorias en Bilbao.

Este museo de arte contemporáneo destaca por sus formas curvilíneas recubiertas de piedra caliza, cristal y titanio, que cambian de tonalidad según la luz del día.

Además de la entrada al museo, es obligatorio observar las esculturas situadas en el exterior del museo, hacerse una foto junto a ‘Puppy’, un enorme perro cubierto de flores frescas, y de ‘Mamá’, una araña de nueve metros de altura con varios huevos en el vientre. 

Además, es muy recomendable observar el museo desde la otra orilla de la ría, así como desde la pasarela Pedro Arrupe y desde el Puente La Salve. Las vistas son espectaculares.

Después de ver el museo, es recomendable caminar por el paseo de la ría hacia el muelle Marzana, ya que la ría se ha transformado en un espacio de ocio donde además de disfrutar del ambiente en zonas como Marzana, se pueden observar los puentes que unen las dos márgenes de la ría. 

Museo Guggenheim y 'Puppy'. / EP

Mirador de Artxanda

El Monte Artxanda y, sobre todo su mirador, es uno de los lugares más emblemáticos de Bilbao. 

El Mirador de Artxanda es un lugar de referencia para los turistas que visitan la capital. Para muchos es el sitio desde donde Gehry ideó lo que sería el Museo Guggenheim, pero además es un lugar desde donde divisar toda la ciudad y sus ramificaciones hacia el resto del territorio. Si el día está despejado se puede ver el mar, así como las cadenas montañosas que rodean Bilbao y que le otorgan el nombre de ‘El Botxo’

Además, los más perezosos no tienen excusa para no subir, ya que el funicular de Artxanda conecta el mirador con el centro de la ciudad.

Imagen del mirador de Artxanda. / EP

Casco Viejo

El Casco Viejo o siete calles (zazpi kaleak en euskera), es uno de los lugares más populares y concurridos de Bilbao. Un gran entresijo de calles donde comercios y peatones son los protagonistas de esta zona tan antigua como especial. Probablemente el Casco Viejo de Bilbao es el centro comercial a cielo abierto más grande de toda Euskadi y probablemente de todo el cantábrico.

Sin duda estas calles son un lugar inmejorable para disfrutar del ambiente de la ciudad, calles como Somera o Barrenkale están consideradas como las más concurridas y especiales de la zona. 

Una de las paradas obligatorias en el Casco Viejo es la Catedral de Santiago, situada en la Plazuela de Santiago, y construida hace más de 600 años en honor al patrón de la ciudad. Este es el templo religioso más antiguo y monumental que visitar en la ciudad.

Otro de los lugares imprescindibles de la zona es la Plaza Nueva, situada en el corazón del Casco Viejo. Esta plaza, de estilo neoclásico construida a mediados del siglo XIX, es una de las más bonitas que se pueden ver en Bilbao.

También destaca la Plaza Unamuno, dedicada al filósofo y escritor Miguel de Unamuno. Sin duda otro de los lugares imprescindibles. Esta plaza -al igual que las anteriores- se llena todas las tardes y noches de jóvenes tomando algo en sus numerosos bares y calles adyacentes. Además, al lado se encuentran el Museo Arqueológico de Bilbao y el Museo Vasco, dos de los más recomendados de la ciudad junto al de Bellas Artes y el Marítimo.

Casco Viejo de Bilbao. / EP

Mercado de la Ribera

Es el mercado cubierto más grande de Europa con 10.000 metros cuadrados. Este mercado ofrece los productos más frescos de la huerta y del mar Cantábrico, protagonistas indiscutibles de la gastronomía vasca.

Además, en el piso de arriba se pueden degustar pintxos acompañados de un txakoli, un vino blanco típico en Euskadi. Sin duda, todo aquel que visite Bilbao o El País Vasco en su conjunto debe probar el txakoli en cualquiera de sus bares.

Junto al Mercado de la Ribera se encuentra la iglesia de San Antón, que forma junto al puente del mismo nombre, una de las imágenes más bonitas de Bilbao.

Es muy recomendable cruzar el puente de San Antón y perderse por las calles de Bilbao La Vieja, uno de los barrios más auténticos de la ciudad.

Mercado de la Ribera. / EP

Teatro Arriaga

El Teatro Arriaga se encuentra ubicado entre el Casco Viejo y El Ensanche de Bilbao. Su impresionante fachada, considerada una de las más bonitas de España y situada en la Plaza del Arenal, es otra de las maravillas que se pueden ver en la capital.

De estilo neobarroco de finales del siglo XIX, este edificio dedicado al compositor bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga está considerado uno de los edificios más importantes de la ciudad. De hecho, en las fiestas de Bilbao, la Aste Nagusia, el balcón del teatro es el escenario del pregón y el txupinazo ante la atenta mirada de Marijaia (personaje protagonista de las fiestas).

El teatro Arriaga de Bilbao. / EP