La marcha de Francisco Irazusta de la presidencia de Tubos Reunidos, al que han seguido algunos de sus fichajes como Óscar Azcona y Koldo Lasala, deja al director general Carlos López de las Heras al frente de la compañía en un momento clave para el futuro del proyecto. En primer lugar, porque se acerca ya el momento crítico en el que toda la actividad de acería del grupo se concentrará en la sede central de Amurrio, es decir, se abre una nueva etapa y llega la hora de la verdad para las nuevas instalaciones.
Por otro lado, la compañía ha puesto sobre la mesa un ERTE en Amurrio por la rebaja de pedidos en la primera mitad del año, lo que no es una buena señal después de la recuperación de resultados de los últimos trimestres (el beneficio superó los 50 millones entre enero y junio). El expediente ha generado gran malestar entre los sindicatos, que apelan a ese buen resultado del primer semestre, y no es buen momento para que las aguas bajen revueltas con la silla del presidente saliente todavía caliente.