El anuncio de cierre de uno de los tres hornos que el fabricante de envases de vidrio Vidrala tiene en su fábrica de la localidad alavesa de Llodio, podría afectar a unos 80 de los 320 trabajadoresUna decisión que, desde la dirección de Vidrala aseguran que estará enmarcada dentro de"un plan no traumático", con la posibilidad de pactar salidas y bajas voluntarias, todas ellas incentivadas, para los trabajadores afectados.



La multinacional advierte que ha tenido que acelerar sus planes de cierre de esta instalación, que estaba previsto desde hace dos años. Fue entonces cuando se comunicó a los trabajadores que no se repararía este horno al fin de su vida útil al tratarse de una instalación "poco competitiva".



Sin embargo, explican, "la caída de la demanda y la persistente inflación de costes, especialmente energéticos y salariales", han precipitado esta decisión. Ahora habrá que ver si Vidrala mantiene, tal y como han asegurado, el resto de su actividad industrial en Llodio.

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