Petronor tiene un papel troncal en la economía vasca, más aun en la vizcaína, y por eso cada movimiento se mira con lupa. La refinería de Repsol, inmersa en un largo proceso de reconversión por las exigencias regulatorias a nivel climático, se mantiene como tractor exportador, tributario y motor de empleo y en ese sentido sus volúmenes de producción de combustibles el pasado año se mantuvieron en la línea del año anterior.
Aun así, bajó con fuerza el resultado final del ejercicio, hasta poco más de 70 millones de euros después de rondar los 350 millones de beneficio en 2023, por la pérdida de márgenes del crudo y las mayores inversiones. Aun así, la compañía que preside Emiliano López Atxurra mantuvo su nivel de empleo cerca del millar de trabajadores y aportó a la hacienda vizcaína prácticamente 800 millones de euros en el ejercicio, apenas 100 menos que en 2023.