Tomás Arrieta acaba de ceder el testigo del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) a Emilia Málaga tras década y media en el cargo. Designado en 2008 para encabezar una labor tan delicada en Euskadi como conciliar intereses de empresarios y sindicatos, Arrieta alcanza la jubilación con la sensación del deber cumplido y un nivel de cobertura de los convenios vascos más que satisfactorio.
Y eso que la negociación colectiva vasca ha atravesado un sinfín de avatares estos quince años en un contexto siempre difícil marcado por la poliédrica realidad sindical de Euskadi y las posiciones críticas de ELA y LAB con los foros institucionales (curiosamente LAB ha permanecido en el CRL bajo el mandato de Arrieta). Diez años después de que las reformas pusieran en entredicho el sistema de convenios provinciales la negociación colectiva ha alcanzado en 2023 niveles de cobertura históricos a pesar de que el último periodo ha estado sacudido por una altísima inflación.