María Jesús San José empieza con buen pie al frente del Departamento de Justicia y Derechos Humanos del Gobierno vasco. Por un lado, esta semana hemos sabido que el socialista Alberto Alonso, historiador, dirigirá durante los próximos cuatro años el Instituto Vasco de la Memoria, Convivencia y Derechos Humanos, Gogora. Sale así Aintzane Ezenarro, que ha estado al frente desde la creación del organismo en 2015 y que ha cometido no pocos errores de bulto en este tiempo.
Y, por otro lado, y más importante, la consejera ha anunciado un "cambio de rumbo" en las políticas de memoria que defienden todos los conocedores del asunto. Porque la clave está, como San José ya apuntó y como los expertos vienen defendiendo, en que la verdad histórica sea la guía de actuación del Ejecutivo autonómico. Todas las vulneraciones de los derechos humanos, sí, pero llamadas por su nombre.
Ojalá que, como dice el refrán, lo que ha empezado bien termine bien. Euskadi lo necesita.