Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero son los tres escritores que se esconden tras el famoso seudónimo Carmen Mola. Uno de ellos, que es como decir ella, explica a 'Crónica Vasca' algunas claves del cuarto libro de la saga, 'Las madres' (Alfaguara), donde el universo de los policías Elena Blanco, Zárate o Reyes se vuelve aún más enrevesado, más turbulento y más interesante que antes.
Este es quizás el libro de la 'autora' que incluye un mayor componente de denuncia social, porque el centro de la historia tiene que ver con la maternidad subrogada o, dicho de otra manera, con los vientres de alquiler. Algo que se cuenta, como en la trilogía previa, con un ritmo endiablado y sin un lenguaje alambicado. Los tres escritores saben lo que quieren y saben cómo conseguirlo. Por eso se superan en este libro.
¿Es más dficil escribir desde que se sabe que son ustedes tres hombres?
Nos ha resultado más dificil. Porque hemos perdido más. tiempo. Cuando nadies nos conocía, no teníamos promoción ni entrevistas ni nada, nos dábamos un par de semanas libres y nos poníamos con la siguiente. Desde que ganamos el Planeta, nos embarcamos en una gira eterna, muy gratificante pero que aparta del escritorio. Una de las ventajas era que escribías con absoluta libterad, con total impunidad. Ese era un puto fuerte que queremos conservar, intentamos que no nos afecte
Se lo habrán preguntado muchas veces: ¿Cómo es el proceso de escribir a seis manos?
Nos parece más facil que escribir a cuatro manos. Porque dos personas se pueden enconar en una pelaa que no lleva a ningún puerto, pero en tres hay democracia, se vota y ya está. Uno gana y no hay posibilidad de estancamiento. Para nuestro proceso de escribir tenemos la ventaja de que venimos del mundo del guion y, por ello, venimos de trabajar en equipo. Simplemente trasladamos a la literatura ese sistema de trabajo. La base es poner por delante a la novela: que sea la mejor idea la que quede. Y luego también es clave que hay mucho respeto entre nosotros y, en cierto modo, admiración, porque disfrutas del talento de los demás... En esa comibianción está el secreto.
En sus novelas siempre hay crímenes muy sangrientos. ¿Por qué temas tan turbios?
Surgió de una manera improvisada: cuando escribirmos 'La novia gitana', nuestra primera intención era ir al thriller, porque nos parecía un género donde podíamos encajar mejor y porque nos gusta la novela negra. Y decidimos hacer un thriller sin cortapisas, algo violento; no queríamos ser pacatos, si hay asesinato y hay violencia, eso tiene que aparecer....En todas las novelas hablamos de la violencia o del mal. Como resultado ineluctable del mal está la violencia. En esto es como escribir sobre sexo sin describir escenas de sexo Es hipócrita no describir la violencia. Si la quiero retratar, es un tema como cualquier otro.
Sus personajes van cambiando... Puede decirse que evolucionan casi hacia el mal, son más duros, más marcados por lo que les pasa.
No se si tienen hacia el mal, pero son personajes que no están situados a un lado. Elena o Zárate son personajes que en teoria son buenos pero han hecho cosas que no son tan buenas. Son personajes que están en la gama de grises, no entre lo blanco y lo negro... (...) Creo que el lector entiende por qué cometen delitos y creo que eso los hace más complejos, con más matices. Son personajes que se equivocan, que hacen cosas que no deberían haber hechos... Y eso los hace más humanos.
En 'Las madres' se ve que hay Carmen Mola para rato...
No tenemos una fecha de caducidad concreta. Para seguir se tienen que cumplir dos condiciones: una es que haya lectores que quieren leer nuestras historias y otra es que nosotros sigamos pasándolo bien. No somos escritories meditabundos y atormentados, sino que disfrutamos mucho... Habrá Carmen Mola mientras haya lectores y mientras lo pasemos bien.
O sea, pronto la quinta entrega.
En el caso de las historias de Elena Blanco, es algo parecido... mientras haya historias que contar, seguiremos. Son una serie de novela. Ya es una tetralogía y como mínimo habrá pentalogía...