Toni Hill (Barcelona, 1966) es uno de los mejores narradores de España. A la excelsa trilogía de Héctor Salgado iniciada con 'El verano de los juguetes muertos' allá por 2011 se han sumado en estos años otras novelas relevantes de este autor. En todas ellas está su sello personal, con esos vericuetos psicológicos de sus personajes y esa tensión en cada página.
Desde el año pasado Hill teje otra trilogía para el recuerdo, que empezó con 'El verdugo' y continúa con 'La hora del lobo', uno de los libros más leídos de este verano porque el público sabe elegir bien. Desapariciones y crímenes en un pequeño pueblo del Pirineo catalán que entremezclan el pasado con el presente y la apariencia con la realidad, con el oscuro mundo de las sectas como telón de fondo. Imperdible. Su autor, que evoca a Bergman con ese título, charla con Crónica Vasca al respecto.
¿Qué es exactamente "la hora del lobo"?
Exactamente es lo que pone en la cita, esa hora entre la noche y el amanecer, un momento anterior al alba, en el que se dice que es la hora en que la mayoría de la gente muere. Y es también una hora en la que las pesadillas se vuelven más reales.
Curioso elegir al lobo para un título, teniendo en cuenta cómo es la obra.
La figura del lobo me gusta mucho porque por un lado es el depredador, pero al mismo tiempo lo hemos convertido en una especie protegida, por lo que se ha convertido en víctima y verdugo a la vez, que es lo mismo que les pasa a los personajes aquí.
¿Por qué decidió que 'El verdugo', que parecía una novela cerrada, fuera una trilogía?
Fue al final de escribirla, después. La novela cerraba perfectamente. Dejaba alguna pregunta. Pero me pareció que tenía ganas de trabajar más con esos personajes, me quedaban cosas que contar.. Tanto el personaje del verdugo como de el de Lena daban más de sí.
¿Por qué ambienta esta novela en los Pirineos?
Me apetecía salir de la ciudad como escenario. 'El verdugo' es una novela muy urbana, muy de Barcelona... Le iba muy bien porque Lena al principio de la novela no está bien, está en un estado psicológico bastante alterado, aunque no lo reconoce... Quería sacarla de su zona de confort, del espacio que domina, que es la ciudad. Eso me ayudaba a llevarla más al limite, poner a prueba su equilibrio, llegar al extremo.
En esta obra hay muchas traiciones...
El concepto de la traición parece que está un poco pasado de moda, pero yo creo que sigue siendo algo muy vigente porque forma parte casi connatural del género humano. Todos hemos traicionado a alguien alguna vez.
¿Cómo se le ocurre un personaje como Lena Mayoral, que deja huella?
Fue la última en incorporarse en realidad. Yo pensé primero todo lo referente al psicópata. Por oponerle a alguien que tuviera sentido y no fuera un policía, pensé en trabajar con alguien que busca los por qués... En 'El verdugo' el lector ya sabe desde el primer momento quién es el culpable, pero no sabe por qué. Ahí entra la criminóloga, a la que creé cuando ya tenía la novela montada. Yo me siento cómodo con ella, que no es demasiado simpática, un poco arisca, muy volcada en su profesión, con unas carencias afectivas y emocionales bastante obvias, pero que de alguna manera va intentando mejorar en todo, curarse..
Dice usted que "Nunca he sido muy partidario de la afirmación de que “los personajes cobran vida” mientras escribes una novela". ¿A qué se refiere con eso??
Es que es una frase hecha, un cliché.. Eso de que 'el personaje me lleva hacia'... A mí el personaje no me lleva a ninguna parte. Yo manejo los hilos: uno no querría morirse y yo me lo cargo (risas). Es cierto en este caso concreto que cuando terminas una novela, al cabo de un tiempo, los personajes se te van olvidando. Y en este caso no, seguía pensando en ellos, en ese universo.
Hace usted casi de todo. ¿Novela histórica, traducción o thriller? ¿Qué es lo que más le gusta?
La novela histórica la he cultivado muy poco, 'Los ángeles de hielo' pasaba en 1916, solo me gusta si es en un período que me interesa. Me siento más cómodo en todo el género negro, con un policía más clásico como los de Salgado que este que es más cañero, que el estilo es más rápido, más ágil, con unos personajes muy potentes.
¿Ese cambio de ritmo es deliberado?
Sí, es algo buscado, y que además te obliga a corregir y recorregir el texto, a depurarlo, para que la novela corra. La diferencia, aunque esto es una teoría mía, entre una intriga psicológica o policial y un thriller radica precisamente en eso, en este ritmo en el que no puedes parar de leer. Eso solo se consigue cortando, pero al mismo tiempo no quiero perder la profundidad en los personajes.
¿Cuándo llega la tercera parte de la trilogía?
El año que viene. En estos casos tienes que tener cierta regularidad. Será más o menos en junio de 2025.
¿Y Héctor Salgado puede volver?
Me parece poco probable. Estas historias que tienen una trama que recorre las tres obras...aunque puede que se me ocurra una historia en la que tuviera un sentido recuperar ese personaje.