Castillo de Bled / PIXABAY

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Cultura

Es-LOVE-nia, TOP TEN

A. Viri
Publicada

Entre las flores que adornan cada balcón y ventana, se entremezclan hierbas aromáticas y pequeños vegetales que los eslovenos utilizan en sus comidas. Es parte del ADN de un pequeño y joven país que se autodefine como disciplinado y trabajador.

Disfrutan con la gastronomía, el deporte y naturaleza que les permite practicar deportes de agua en el Adriático, de nieve en los Alpes, senderismo en sus montes y pesca en ríos como el Sava o Savinja.

El grueso de las visitas a Eslovenia se centran en Liubliana, la capital, donde la iglesia de en la Anunciación frente al Puente triple, que cruza sobre las aguas del rio Liublianica, es el foco de las miradas. Atención que también se dirige a las cuevas situadas en la localidad de Postjona, otro de los principales focos de turismo. Sin embargo, el resto del territorio es un perfecto desconocido / A. VIRI

El grueso de las visitas a Eslovenia se centran en Liubliana, la capital, donde la iglesia de en la Anunciación frente al Puente triple, que cruza sobre las aguas del rio Liublianica, es el foco de las miradas. Atención que también se dirige a las cuevas situadas en la localidad de Postjona, otro de los principales focos de turismo. Sin embargo, el resto del territorio es un perfecto desconocido / A. VIRI

Alejado del foco turístico, en un punto en el que las montañas parecen querer rozar el cielo y a más una hora de distancia del primer supermercado, solo una veintena de personas disfrutan todo el año del valle glaciar de Logarska, uno de los tres que componen el Valle del Solčavsko, en el que cascadas como Rinka, la más alta de Eslovenia, son las reinas de uno de los entornos más bellos de Europa.

Estamos en el corazón de los Alpes de Kamnik-Savinja, en la frontera con Austria, donde las montañas superan los 2.000 metros de altitud. El sonido de los numerosos saltos de agua es la banda sonora de un valle que ha recibido el premio CIPRA por su eficaz gestión de la zona protegida. Respetuoso con el entorno, en el valle se pueden realizar todo tipo de actividades deportivas.  

Al llegar la noche, el Hotel Plesnik organiza salidas nocturnas a la luz de las antorchas que para los adultos terminan con un trago de borovničhe, un licor de sabor similar al pacharán, elaborado con arándanos.

Esta caminata no es comparable con el recorrido de la Pot po Logarski, una ruta científico-etnográfica de siete km de tramos accesibles para personas con problemas de movilidad y cuyo trecho final lleva a la famosa cascada. Un fotogénico recorrido de dos horas que permite observar flora en peligro de extinción, granjas diseminadas y fauna propia del lugar.

La visión del valle Logar es un espectáculo maravilloso / A. VIRI

La visión del valle Logar es un espectáculo maravilloso / A. VIRI

El río Savinja es el nexo en común de este valle y Luče donde Martina se afana en prepararnos obrnjenek, desayuno tradicional de los granjeros. Lo hace con la misma pericia y mimo con los que elabora un menú que eleva a categoría gourmet con productos de proximidad, con los que siempre han sobrevivido.

A poca distancia, Jože Strmčnik, un artesano autodidacta elabora, con madera local y de desecho proveniente de árboles cercanos que el mismo recoge, tallas decorativas y funcionales que han servido para decorar el kozolec, especie de granero que la familia de Martina ha convertido en alojamiento.

Lo común no es habitual en Raduha House donde proponen dormir en un pajar, en un granero o en una casa árbol cuyas paredes, techos y suelos están vestidos de arte. El valle que acostumbraba a visitar la burguesía y en el que el abuelo de Martina compró su granja en 1875, es ahora un romántico destino.

Jože Strmcnik, que elabora sus tallas con una máquina centenaria, y Martina Breznik, al frente de uno de los establecimientos boutique más bonitos del país, trabajan juntos desde el principio / A. VIRI

Jože Strmcnik, que elabora sus tallas con una máquina centenaria, y Martina Breznik, al frente de uno de los establecimientos boutique más bonitos del país, trabajan juntos desde el principio / A. VIRI

 

Eslovenia comienza a interesar a los turistas que aún no han descubierto recónditos rincones. Si hacerlo público no contamina su pureza, el Monasterio de Žiče seguirá siendo ese lugar de recogimiento que crearon los cartujos, la orden del silencio.

Antes de cruzar los muros monacales, junto a un pequeño huerto de cultivo bio, un juego participativo explica los criterios con los que los monjes trabajaban la tierra en función de las fases lunares. Una vez sobrepasada la puerta, siguen los trabajos de restauración en los que ya se han invertido tres millones de euros.

Como una mancha, la calma se expande al ritmo de los cantos gregorianos sonando bajo el premiado tejado retráctil de la iglesia románica del siglo XII, en la que ya han comenzado a celebrarse algunas bodas. Es probable que en los austeros menús de los monjes no faltase el vino, pero hasta ese monasterio los vecinos se acercan para beber el agua de una pequeña fuente de la que, aseguran, brota agua energética.

Un lugar casi secreto, desconocido y bellísimo. Ascendiendo por unas desiguales escaleras de caracol, se llega al  mirador de la iglesia desde donde se aprecian los restos de las celdas de los 12 monjes que habitaban, sus huertos, los muros defensivos y el cementerio / A. VIRI

Un lugar casi secreto, desconocido y bellísimo. Ascendiendo por unas desiguales escaleras de caracol, se llega al  mirador de la iglesia desde donde se aprecian los restos de las celdas de los 12 monjes que habitaban, sus huertos, los muros defensivos y el cementerio / A. VIRI

A pocos metros está el restaurante más antiguo de Eslovenia. Se trata de Gastuž, gestionado desde 2021 por el matrimonio formado por Mateja y Andrej Smogavc. Más de 500 años tienen las paredes de esta vieja posada que en 1.467 daba cobijo a los visitantes no admitidos en el monasterio y que hoy sirve sublime comida tradicional con una muy buena relación calidad precio.

La tradición del vino que llegó de la mano de los monjes es mantenida por la bodega Zlati Grič. Sus 70 hectáreas de viñedos producen caldos consumidos, casi en su totalidad, en la zona. Ubicada en un precioso enclave de Estiria, ha sido premiada por su diseño arquitectónico.

La bodega elabora 4 tipos distintos de vinos, entre ellos un curioso espumoso / A. VIRI

La bodega elabora 4 tipos distintos de vinos, entre ellos un curioso espumoso / A. VIRI

Si el viaje se realiza con niños, una divertida propuesta es Treetop Walk, un paseo entre la copa de los árboles Pohorje, en Rogla. Es accesible para personas con problemas de movilidad y el recorrido de más de un kilómetro culmina en un mirador con vistas asombrosas. Para familias también esta pensada la estancia en Rogla Resort muy próximo a la estación de ski más popular e, incluso, el hotel Balnea, con sus termasprogramas de relajación y rutas en plena naturaleza.

Dónde comer

Restaurante JB de Liubliana, en la lista de los 50 mejores restaurantes del mundo. Nina Bratovž, nombrada sumiller del año, y su hermano Tomas ofrecen una versión contemporánea de la cocina tradicional eslovena. Si se hace noche en la capital eslovena, el Hotel Occidental tiene una estupenda ubicación.

Adosado a la iglesia de Sentjanz, el restaurante Repovž premiado con una estrella verde Michelin, ofrece espectacular comida de temporada con productos propios o adquiridos en las cercanías. Entorno pintoresco, espectáculo visual y poesía de sabor.

Restaurante / A. VIRI

Restaurante / A. VIRI

Curiosidades

Aunque también elaboran tintos, la mayor parte de los vinos eslovenos son blancos ácidos de poco azúcar.

La calidad de sus aguas ha contribuido a la elaboración de cerveza, Lašķo es la más popular.

El frešjabka es una bebida de manzana natural.